Exposición de Nicolás II

El zar Nicolás II y su familia. Fuente: Itar Tass.

El zar Nicolás II y su familia. Fuente: Itar Tass.

Hasta el 29 de julio, en el edificio del archivo estatal de la Federación de Rusia en Moscú estará abierta la exposición: 'La muerte de la familia del emperador Nicolás II. Un proceso secular', promovida por iniciativa de varios departamentos estatales (Ministerio de Cultura y la Agencia Federal de Archivos), y también por organizaciones no gubernamentales (la Iglesia ortodoxa en el extranjero). La exposición está dedicada a uno de los trágicos acontecimientos de la historia de Rusia del siglo XX – al fusilamiento por parte de los bolcheviques, el 17 de junio de 1918 en Ekaterinburgo de la familia del último zar ruso.

Durante muchos años, los dirigentes de la Unión Soviética intentaron esconder la verdadera información  sobre la ejecución del emperador y su familia. Solo a finales de los 80 se levantó el tabú sobre este tema. En 1991 durante unas expediciones en Ekaterinburgo, se encontraron restos que se identificaron como el cuerpo de Nicolás II y de sus parientes y allegados.  En 1998, ceremonialmente enterraron en un sepulcro familiar a los emperadores rusos en San Petersburgo. Las investigaciones penales sobre el asesinato de la familia del zar se cerraron en 2011.

Doscientos objetos expuestos revelan con detalle la historia de la muerte del último emperador de Rusia y sus allegados. Por primera vez se muestran los materiales de N.A. Sokolov, investigador que reveló las circunstancias de la muerte de la familia real en 1918, fotografías tomadas en 1978 durante las excavaciones, en el lugar secreto del enterramiento de los restos de los Romanov; registros de la Fiscalía General y la Comisión de Gobierno sobre el entierro del emperador y su familia en 1998; materiales relacionados con la búsqueda e identificación de los restos del hijo de Nicolás II y una de sus hijas en 2007, y, finalmente, la decisión de la Fiscalía General de desestimar el caso penal.

Parte de la exposición la componen audiciones de relatos de participantes directos en la ejecución . Los materiales expuestos están relacionados con las últimas semanas de la vida del zar y su familia, incluidas fotografías y crónicas únicas. Un lugar especial en la exposición está destinado a la camisa de Nicolás II, traída desde el Hermitage, con rastros de sangre de las heridas que recibió en 1891 como resultado del intento de asesinato. Es de destacar el hecho de que se conservara en ella  material genético utilizado en la identificación de los restos del hijo del emperador, el zarévich Alexéi, encontrados en el año 2007.

Parte de los objetos los presenta la Iglesia Ortodoxa Rusa en el extranjero. Durante muchos años, los objetos personales del último zar y su familia se conservaron en el museo del Monasterio de la Santísima Trinidad, en Jordanville, EE UU, así como la colección personal del primer jerarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa en el extranjero, el metropolita Hilarión. Está expuesto el icono del heredero al trono, el zarévich Alexéi y un evangelio del siglo XVII, perteneciente al primer zar Romanov, que Nicolás II regaló a la emperatriz en 1916.

"Esta exposición tiene un significado especial para nosotros, y no es casual que actuemos como coorganizadores”. Hoy mostramos no solo las reliquias reales de la familia real, sino también una cierta relación con estas páginas tristes de la historia rusa”, destacó el metropolita Hilarión en la inauguración de la exposición.

Coorganizador de la exposición ha sido también la Fundación de Historia Contemporánea, dirigida por el actual presidente de la Duma de Estado, Serguéi Naryshkin.  El presidente de la Junta Directiva, A. A. Klishas , en una entrevista para Rusia Hoy, subrayó la singularidad de la exposición: "Esta colección, en primer lugar, da una idea de la profundidad y el detalle de la investigación. Para los juristas, representan un particular interés los métodos forenses utilizados para la restauración minuciosa de todas las circunstancias de la ejecución de la familia real".

La exposición ya ha atraído una amplia publicidad y volvió a abrir un debate sobre la autenticidad de los restos encontrados en 1991 cerca de Ekaterimburgo. La Casa Imperial rusa, una vez más, mostró una postura especial en este asunto.

Según el director de la oficina de la Casa Imperial rusa, dirigida por la gran duquesa María Vladímirovna Romanova, A. N. Zakatov, “el problema de la identificación de los restos enterrados en 1998 en San Petersburgo sigue estando vigente hasta hoy. Las autoridades de la Federación de Rusia reconocieron los restos originales, y en general, toda la exposición ofrece al visitante precisamente esa respuesta”,  dijo Zakátov en una entrevista para Rusia Hoy. Sin embargo, la gran duquesa, es solidaria con la postura de la Iglesia Ortodoxa Rusa,  y opina que no hay pruebas suficientes ni para el reconocimiento de las reliquias de los santos mártires reales, ni para negar su autenticidad.

“La exposición me produjo una doble impresión”,  dijo en una entrevista para Rusia Hoy un miembro del Consejo del Departamento de Moscú de la Sociedad de Toda Rusia para la Protección de Monumentos de Historia y Cultura, V. V. Jutarev-Garnishevski.  "Por un lado, los organizadores fueron capaces de resaltar los objetos clave entre un mar de documentos y fotografías. Por otro lado, todavía queda una sensación de falta de pruebas. Como señaló un experto, la historia de la muerte de la familia real todavía está llena de lagunas, todavía hay una serie de cuestiones poco conocidas, a la espera de una investigación científica. Por lo tanto, esta exposición solo abre una puerta ante el descubrimiento de los trágicos misterios de la historia de Rusia".

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