"Tenemos distintas posiciones y enfoques
políticos, pero debemos estar unidos en que nunca entregaremos nuestro
país al enemigo", dijo el jefe del Estado en la ceremonia de
inauguración de la recientemente reconstruida Iglesia de Bagrat, en
Kutaísi, la segunda ciudad de Georgia, según la agencias locales.
Insistió en que todos los habitantes de Georgia deben empeñar sus
esfuerzos para "unir el país y recuperar a los abjasos y a los osetas".
"Esto no puede hacerlo el gobierno o la oposición: es una tarea del
todo el pueblo, y pienso que este proceso ya ha comenzado", señaló
Saakashvili.
El presidente destacó el papel que desempeña en
la unidad del pueblo el patriarca de la Iglesia Ortodoxa Georgiana,
autocéfala, Elías II, que invitó a representantes de todas las fuerzas
políticas del país al oficio religioso con motivo de la reapertura del
templo, destruido en el siglo XVIII.
"Estamos orgullosos de
que pudimos restaurar la Iglesia de Bagrat que simbolizó la unificación
de Georgia, que comenzaron los reyes León y Bagrat de Abjasia", dijo
Saakashvili.
Las regiones de Osetia del Sur y Abjasia, ambas
fronterizas con Rusia, se escindieron de facto de Georgia a comienzos de
la pasada década de los años 90 tras sendos conflictos armados, que
dejaron miles de muertos y causaron el éxodo de decenas de miles
refugiados.
Después de la guerra ruso-georgiana de cinco días
en agosto de 2008 en Osetia del Sur, conflicto que concluyó con la
derrota de las armas georgianas, Moscú reconoció como Estados
independientes a las dos entidades secesionistas.
Desde
entonces, las independencias del Osetia del Sur y Abjasia han sido
reconocidas también por Venezuela, Nicaragua y los Estados insulares de
Nauru y Tuvalu.
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