Escalopes ‘Metropol,’ el irresistible manjar del San Petersburgo soviético

Legion Media
Esta receta de filetes de pollo rellenos de hígado sigue siendo popular y ocupa un lugar especial en la cocina rusa.

Situado literalmente a tiro de piedra de la principal arteria de Venecia en el Norte, el “Avenida Nevski”, es un restaurante que ha cambiado de nombre a lo largo de los siglos, y finalmente, en la década de 1930, recibió el nombre de “Metropol”. Durante el Imperio ruso, este lugar era visitado a menudo por el favorito de la familia imperial, Grigori Rasputín, y durante la época soviética, Leonid Brézhnev celebraba aquí sus reuniones. Y no es de extrañar, ya que el restaurante se hizo famoso por su exquisito menú, perfeccionado por un chef soviético llamado Oleg Bábikov.

Una de las cartas de presentación culinarias eran los escalopes, cariñosamente conocidos como “Metropolki”. Se trataba de filetes de pollo rellenos de hígado de pollo, que encantaban a todos los visitantes. En la tienda culinaria situada en el restaurante también se podía comprar un equivalente ya preparado de este plato y disfrutarlo directamente en casa.

Por desgracia, el legendario “Metropol”, que sobrevivió a la revolución, la Primera Guerra Mundial y la Gran Guerra Patria, no sobrevivió al colapso de la URSS. Sin embargo, muchas recetas, incluidos los famosos escalopes, siguen siendo populares y ocupan un lugar especial en la cocina rusa.

Ingredientes:

  • pechuga de pollo (filete) - 600 g
  • hígado de pollo: 300 g
  • mantequilla - 100 g (o ½ taza de aceite)
  • 1 huevo
  • cebolla - 1 pieza
  • harina
  • aceite
  • mezcla de pimienta y sal
  • pan rallado

Preparación:

Picar la cebolla y freírla en mantequilla o aceite.

Freír el hígado en aceite o mantequilla en una sartén aparte de 5 a 7 minutos.

Añadir la cebolla al hígado y cocer de 1 a 2 minutos.

Picar el hígado y la cebolla en una picadora de carne; añadir la sal, la pimienta y la mantequilla.

Cortar la pechuga de pollo en trozos y triturar hasta que quede muy fina.

Colocar la mezcla de hígado en el filete y formar bolas.

Rebozar las bolas con harina, pasarlas por el huevo y luego por el pan rallado.

Freír los escalopes en aceite o mantequilla.

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