El episodio de más éxito se ha visto 1.500 millones de veces en YouTube.
kinopoisk.ru“Creo que hoy en día el único lugar donde no estamos es la Antártida — comenta el director ejecutivo del estudio Animaccord, Dmitri Loveiko— . ¡Nos conocen hasta en el Norte de África!” Las afirmaciones del coproductor de esta popular serie de dibujos son ciertas: el capítulo Masha + Kasha se reprodujo en YouTube 1.500 millones de veces, y los productos de la serie se encuentran en muchas jugueterías en todo el mundo.
El estudio Animaccord se creó en 2008 especialmente para el proyecto de Masha y el Oso. Según Dmitri Loveiko, “no sabíamos si el proyecto triunfaría o no”, pero los creadores ya tenían entre manos ocho guiones y todo el proyecto de la serie. Por suerte, los inversores estaban dispuestos a esperar los 5 años con los que contaba el plan de negocios para amortizar la inversión.
Para no parecerse a nadie en el mercado, los creadores decidieron que su tarjeta de visita sería una animación en tres dimensiones con un nivel de detalle muy alto. La serie se basó en el formato de los largometrajes de animación en 3D de estudios como Pixar y Dreamworks.
“La idea de la serie surgió del deseo de mostrar las relaciones entre adultos y niños de un modo cómico, más que educativo, para que todos los espectadores comprendieran los sentimientos de los personajes”, comenta el director del proyecto, Denís Cherviatsov.
Según el director, el dibujo de Masha tiene un prototipo en la vida real. En los años 90 el director artístico del proyecto, Oleg Kuzovkin, estaba de vacaciones y vio a una niña pequeña en la playa. La niña era tan increíblemente abierta que lo mismo se acercaba a un desconocido para jugar con él al ajedrez que cogía las aletas y se iba a nadar. Lo cierto es que varios días después los turistas comenzaron a esconderse de la niña, hasta tal punto era activa y entrometida.
Los creadores toman argumentos de sus vidas para la serie. “La mayoría de nosotros tenemos hijos — comenta Cherviatsov— . Hasta los que se dedican a la parte de animación copian el comportamiento de sus niños o de conocidos, del mimo modo que los guionistas”.
Según los creadores, la popularidad de la serie en 22 países del mundo se debe a que es un modelo universal. “Creo que todos los niños de menos de cinco años de cualquier país del mundo son muy parecidos” , comenta riéndose Denís Cherviatsov.
Otra razón el éxito es el hecho de que en la serie no hay diálogos largos. Según Denís, si se pone el acento en la acción y no en los diálogos, las películas son más parecidas al formato del cine mudo, en el que todo se entiende sin necesidad de palabras.
Según la directora de programación del “Gran Festival de Dibujos Animados” de Moscú, María Tereschenko, el éxito de la serie se debe, además de la calidad de la imagen, a que los creadores han logrado reflejar las últimas tendencias en materia de educación infantil.
El mundo de Masha y el Oso se ha dividido en dos spin-off. En 2012 se crearon “Los cuentos de Masha” y en 2014 se publicó el segundo spin-off, Las historias de miedo de Masha.
En los Cuentos, Masha presenta a los espectadores el mundo de los cuentos populares rusos, y en las Historias de miedo cuenta historias que finalmente resultan divertidas y educativas. Los creadores de la serie no quieren detenerse aquí y planean seguir ampliando el universo del proyecto.
El productor está seguro de que en un par de años Masha y el Oso seguirá siendo una serie, por ahora no planean crear un largometraje porque para ello son necesarios demasiados recursos. “Espero que dentro de uno o dos años nos convirtamos en una marca internacional, y entonces, si aparece un socio con experiencia en la producción de largometrajes en tres dimensiones, nos plantearemos la colaboración”, comparte Dmitri Loveiko.
Cerca de 100 empleados del estudio trabajan en varios capítulos de la serie a la vez. Un capítulo tarda unos tres meses en estar preparado.
Según los cálculos de Soсial Blade, en publicidad Masha y el Oso aporta a Animaccord alrededor de 1,5 millones de dólares al mes. Otra pequeña parte de los ingresos del proyecto procede de la licencia de los productos. Entre ellos figuran alimentos, material de oficina, juguetes y muchas cosas más. El estudio ha firmado contratos para la venta de productos de su marca con las empresas alimentarias Danone y Burger King y con el fabricante de juguetes alemán Simba Dickie. Según el estudio, este año los ingresos procedentes de las ventas podrían alcanzar los 300 millones de dólares, un importe que se traduciría en 15 millones de dólares de beneficios para la empresa.
El coproductor de Animaccord se explica el éxito de un modo muy sencillo: “Masha y el Oso se hace con amor y con un excelente equipo de profesionales. Trabajamos sobre la base de que cada capítulo debe ser mejor que el anterior”.
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