“Cariño, veo todo el mundo en tus ojos”. “Dime joven, ¿no ves ahí nuestra comisión de investigación? Me pregunto qué estarán haciendo”.
“Camaradas. Son las 4 de la mañana. ¿Podríais hacer menos ruido? Hay gente en la casa que no puede dormir. “¿No pueden? Necesitamos ayudarlos. ¡Chicos, cantemos una nana”!
“Así que Andréi Petróvich nos volverá a culpar de malas mejores. Pero es su culpa. ¿Quién le dijo que fuera a la calle cuando pavimentábamos la calle de manera especial para él?”
“Solicito que se me trate con sensibilidad”. “En lo que respecta a la sensibilidad, está la habitación número 6, las visitas son de 3 a 5”.
“¿Por qué eres tan rudo con los clientes? Tienes que ser educado en el trabajo”. “Ahora estoy en mi pausa de comida”.
“No puede dar un paso sin mí”.
“Dígame, por favor, cómo llegar al hospital”. “Camine esta calle y llegará”.
“Un examen para grados”.
“Polini, no entiendo por qué los espectadores se comportan de manera tan extraña”. “Qué podemos hacer? Se acostumbran a ver espectáculos en la televisión...”.
“Sois amigos de verdad, podrías levantar a un enfermo de la cama”.
“¿Roto? Gracias a dios se ha salvado”.
“Prométeme, cariño, que también me llevarás en brazos después de la mejora en el distrito”.
“Adiós a las armas”
“Mercurio es el dios del comercio.” “¿Qué tipo de dios es si no puede comprar vaqueros?” (En la URSS había déficit de vaqueros, entre otras muchas cosas. Si quieres leer más sobre los vaqueros en la URSS, haz click aquí.)
Los chistes tuvieron su peso en la caída de la URSS, aquí te contamos los más famosos.
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