Plástov fue un claro representante del realismo socialista que pintó numerosas escenas de la vida rural. En esta obra mostró la felicidad de los niños ante la primera nevada.
Uno de los paisajistas más importantes del siglo XIX, es conocido por el cuadro Mañana en un bosque de pinos en el que aparecen unos osos sobre árboles caídos y ha sido la imagen de un conocido dulce en Rusia. Este apaciguador paisaje de invierno es hiperrealista y dice mucho sobre el autor.
Savrásov es conocido sobre todo por Los grajos han vuelto, que representa la inminente llegada de la primavera y el comienzo del deshielo. Aunque aquí los grajos se han ido y no volverán hasta dentro de un tiempo.
Al pintor le atraían sobre todo los paisajes de invierno en la ciudad y pintó numerosas iglesias y monasterios nevados y otras escenas similares. En este cuadro con aire a Brueghel se puede ver a gente patinando y jugando con la nieve así como a niños haciendo guerras de nieve. Muchos niños rusos tienen que escribir una redacción en la escuela sobre este cuadro, y se les pide que fantaseen sobre lo que hacen y piensan los personajes un día de invierno como este.
Los hermanos pintores Vasnetsov eran maestros de los cuentos de hadas y de los temas históricos. Así es como Apollinari concibió el antiguo Kremlin de madera de Moscú.
Kuindzhi hacía maravillas con la luz y el brillo de la luna no era una excepción. Ve cómo transforma una noche de invierno normal en un paisaje mágico.
Grabar fue uno de los primeros pintores rusos en practicar el puntillismo. Fíjate cómo la imagen está compuesta por pequeños puntos. Cubre los árboles con nieve de tonalidades tirando hacia el azul y parece que trazara cada copo de nieve de manera individual.
El paisaje favorito de Levitán eran los campos con centeno en el calor estival, aunque también se fijó en los paisajes invernales. La estación resulta oscura y melancólica y alude a la metáfora poética, según la cual, la naturaleza muere en invierno, como el alma de las personas.
En Rusia no es posible imaginar un paisaje invernal y no pensar en Máslenitsa, una fiesta grande y alegre que celebra el final de la estación más fría. Kustódiev es un maestro representando las celebraciones populares.
Los chicos jóvenes participaban en este juego invernal del siglo XIX. Se dividían en dos equipos, levantaban fortalezas de nieve y asediaban a los enemigos con bolas. Era un pasatiempo durante Máslenitsa y estaba muy extendido por Siberia, donde el pintor pasó sus años infantiles.
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