El joyero más famoso de Rusia, Carl Fabergé, también era conocido en el Reino Unido y, en 1903, abrió la sucursal de su empresa en Londres. Desde entonces, una gran colección de sus tesoros se mantuvo fuera de Rusia y sobrevivió con éxito a la Revolución Bolchevique de 1917. Sin embargo, las joyas que permanecieron en Rusia se vendieron a coleccionistas privados de todo el mundo. Pero más tarde, gran parte de ellas volvieron a diferentes museos rusos, incluido el recientemente inaugurado museo Fabergé de San Petersburgo.
La nueva exposición del V&A de Londres, ‘Fabergé en Londres: Del romance a la revolución’ es la primera vez que el museo organiza una exposición sobre Fabergé desde 1977 (en honor del Jubileo de Plata de la Reina). Y a la colección británica de Su Majestad la Reina Isabel II, Wartski y otras colecciones privadas, se unirán las colecciones de los invitados rusos: estas impresionantes obras a continuación.
1. Primera gallina, 1885
Este sencillo huevo de oro fue el primer huevo de Pascua de la firma Fabergé. El maestro Erik Kollin usó la idea del huevo de matrioska: la gallina y la yema pueden colocarse dentro de la clara. El emperador Alejandro III regaló este huevo a su esposa María en Pascua y se entusiasmó tanto que encargar un huevo enjoyado se convirtió en una tradición para la familia real rusa, y los maestros de Fabergé hicieron otros 50 huevos en los años siguientes.
2. Libro de oraciones, 1896
Otro maestro de la firma Fabergé, M. Perjin, realizó una encuadernación con joyas para un libro de oraciones que Nicolás II regaló a su esposa Alexandra el día de su coronación. Fue un regalo simbólico, ya que Alexandra se bautizó en la ortodoxia para casarse con el futuro zar ruso.
3. Pensamiento, 1904
La joya en forma de flor fue creada por el maestro de cocina de la firma Fabergé, Henrik Wigstrom, con oro, diamantes, turquesa, cristales de roca y piedra. Siguiendo la tradición establecida por su padre, Nicolás II regaló esta obra maestra a su esposa Alexandra en el décimo aniversario de su matrimonio.
4. Estuche de cigarrillos, 1906
Nicolás II fumaba mucho y, por supuesto, hasta una simple pitillera que perteneciese al zar debía ser una pieza de joyería exquisita.
5. Huevo de Pascua del Kremlin de Moscú, 1904-1906
Este huevo de Pascua está hecho de oro, plata, cristal, ónice y esmalte. No sólo tiene un diseño espléndido, sino que también funciona como una auténtica caja de música. La parte blanca central se asemeja a la Catedral de la Dormición del Kremlin. Otro regalo del zar Nicolás II a su esposa.
6. Huevo de Pascua ‘Palacio de Alejandro’, 1908
El maestro Henrik Wigstrom hizo el huevo con nefrita, diamante, rubí y, por supuesto, oro. Fue el encargo de Nicolás II para la Pascua de 1908. Nicolás II y su esposa vivían en el Palacio de Alejandro, en Tsárskoye Selo, junto a San Petersburgo. Y este huevo joya tiene una pequeña maqueta del palacio en su interior.
7. Tricentenario Romanov, 1913
Para celebrar el tricentenario de la dinastía Romanov en el trono ruso, en 1913, Nicolás II regaló a Alejandra este huevo de Pascua. La joya presenta los retratos de 18 gobernantes: desde Miguel, el primero de la dinastía Romanov, hasta el propio Nicolás II, que más tarde resultaría ser trágicamente el último zar de la dinastía. El huevo, realizado por Henrik Wigstrom y Vasily Zuyev, se posa sobre el símbolo del Imperio ruso: el águila bicéfala.
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