En tiempos de Catalina la Grande, cuando Crimea se unió al Imperio ruso, la península se convirtió no sólo en un popular balneario, sino también en un lugar de atracción para gente creativa. Famosos artistas, poetas y músicos acudían aquí para mejorar su salud e inspirarse en el paisaje local.
Hoy, Crimea no ha dejado de ser una meca para las artes, y en 2015 surgió el clúster artístico “Táurida”, que atrae a jóvenes creativos de todo el país a foros educativos, residencias artísticas y festivales de arte joven.
En 2019, un parque artístico de 30 hectáreas del mismo nombre se extendió en la bahía de Kapsel, cerca de Sudak. Cada año se actualiza con nuevos objetos de arte e instalaciones de jóvenes diseñadores, arquitectos y artistas.
Este es su aspecto actual.
Una de las señas de identidad del parque artístico es una obra de 2019 del artista Serguéi Pauker-Bravina. La instalación, de 15 metros de altura, representa a personas creativas en busca de inspiración ante un nuevo logro.
En 2020 al “Hombre mirando el mar” se le unió la protagonista de Velas escarlatas, Assol, de la novela de Alexánder Grin. La escultura de 13 metros, creada por el mismo artista, se sitúa frente a su amigo soñador y es concebida por el artista como una metáfora de la certeza de un futuro feliz. Ambas esculturas brillan por la noche.
Dos enormes máscaras de Apolo y Venus que simbolizan el arte y la belleza, obra del grupo artístico DAP (Design Architecture Placement). La composición escultórica es una especie de puerta de entrada al parque artístico.
Otra obra de DAP es una composición que recuerda a Stonehenge hecha con bidones industriales. Los artistas se burlaron del problema del arte callejero y de la profanación de monumentos arquitectónicos, e invitaron a todo el mundo a dejar su huella en su objeto artístico.
Este objeto artístico fue creado por los artistas Gleb Ivánov y Alexánder Fúntov con la ayuda de científicos del Observatorio Radioastronómico. La instalación luminosa imita la emisión de los púlsares astrofísicos como un faro.
El grupo artístico DAP ha combinado varios significados y símbolos en un solo objeto artístico. Es un árbol de la vida, una encrucijada de muchos caminos (y senderos creativos) y también un cristal mágico, que responde a todas las preguntas importantes.
La idea de esta pieza nació durante un taller en Táurida. Cualquiera puede tocar un enorme tambor y crear su propio ritmo para ser tocado por el mar. Según los autores, la asociación creativa del anacardo es una metáfora de la pulsación de la nueva energía creativa.
Otra obra realizada por los participantes del taller bajo la dirección de Serguéi Pauker-Bravina. La esfera de 9 metros no muestra el tiempo, sino toda la historia del universo desde el nacimiento de la vida hasta el presente.
El castillo gótico situado en Yalta fue apodado popularmente “Nido de la golondrina” y se convirtió en uno de los símbolos de Crimea. El grupo artístico DAP reinterpretó el reconocible hito y realizó una copia industrial del mismo.
La “Torre” de Megabudka parece a primera vista un monumento al arte industrial y un homenaje a las estructuras metálicas de principios del siglo XX. Pero en realidad las barras de la torre forman un ornamento que remite a la cultura Kemi-Obin del III milenio a.C. Se trata de reliquias de la Edad de Bronce Temprana, que los arqueólogos hallaron en Crimea en 1957.
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