Los 5 santos ortodoxos más venerados por el catolicismo

Serguéi Kirillov (CC BY-SA 3.0); Dominio público
En primer lugar, hablamos de aquellos que fueron canonizados antes de 1439; pero, más tarde, la lista se completó. Te desvelamos los más famosos.

Sergio de Rádonezh

El fundador de la Laura de la Trinidad y San Sergio es venerado por cristianos ortodoxos, viejos creyentes y católicos. Según su vida, Bartolomé (éste era su nombre de bautismo) vivió en el siglo XIV. Fue muy devoto desde niño y, ya de mayor, fue, junto con su hermano mayor Esteban, en busca de un lugar donde pudieran dedicar su tiempo a la oración en soledad.

Tras elegirlo, fundaron una iglesia en nombre de la Santísima Trinidad (la futura Laura de la Trinidad y San Sergio) y Bartolomé tomó los votos monásticos con el nombre de Sergio. Durante su vida, realizó muchos milagros, curó a los enfermos y bendijo a Dmitri Donskói para la batalla contra Mamái.

Desde 1969, el nombre del santo figura en el martirologio católico, análogo al sviatsi (calendario de santos) ortodoxo.

Serafín de Sarov

Desde su infancia, Serafín estuvo acompañado de milagros. Una vez, cuando estaba enfermo, se le apareció la Madre de Dios y le dijo que se recuperaría pronto. Y así sucedió: su madre lo sacó fuera durante la procesión con el icono de Nuestra Señora de la Señal y se recuperó. A menudo leía la vida de los santos a sus compañeros, pero, sobre todo, le encantaba pasar tiempo en oración.

Tras tomar los votos monásticos en el monasterio de Sarov, Serafín vivió mucho tiempo en soledad: los animales salvajes acudían a él y los alimentaba con el pan de sus manos. El santo cuidaba del convento de Divéievo, considerado la cuarta herencia terrenal de la Madre de Dios. Serafín de Sarov fue canonizado en 1903.

Eufrosina de Pólotsk

La nieta de Vladímir Monomaj, Predislava Sviatoslavna, abandonó la vida mundana a los 12 años. Su padre quería casarla, pero ella se hizo monja en secreto en el monasterio de Polotsk, recibiendo el nombre de Eufrosina.

Un día, un ángel se le apareció en sueños y la llevó a la orilla del río Polotá, donde construyó el monasterio Spaski (ahora llamado monasterio Spaso-Efrosínievski) y se convirtió en su abadesa. En 1167, Eufrosina de Pólotsk peregrinó a Jerusalén y murió allí.

Princesa Olga

La primera soberana de Rusia que se convirtió al cristianismo es venerada por los cristianos de todo el mundo. Tras la muerte de su esposo, el príncipe Ígor Rúrikovich de Kiev, permaneció como regente bajo su hijo Sviatoslav y gobernó el Estado durante 15 años. Según la Crónica de los años pasados, en 955 o 957 fue bautizada en Constantinopla (hoy Estambul) y recibió el nombre de Helena. En el siglo XVI, la princesa Olga fue clasificada entre los santos igual que los apóstoles.    

Gran Príncipe Ígor Olgovich de Kiev

En 1146, el hijo del príncipe Oleg Sviatoslavich de Chernígov ascendió al trono de Kiev. Pero, al cabo de unas semanas, sus tropas desertaron al bando del príncipe Iziaslav Mstislavich de Pereslavl e Ígor Olgovich fue encarcelado. Tras caer enfermo, decidió tomar los votos monásticos en el monasterio Teodorovski de Kiev. Pero, pronto, el príncipe monje fue asesinado: una multitud irrumpió en la iglesia donde rezaba y lo masacró brutalmente. Los cristianos ortodoxos veneran al príncipe Ígor Olgovich como portador de la pasión y beato. También figura en el martirologio católico como San Ígor II, Príncipe de Moscú. 

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