¿Por qué los soviéticos no llegaron a la Luna antes que EE UU?

La carrera de las dos superpotencias terminó con la victoria de Washingotn en 1969.

La carrera de las dos superpotencias terminó con la victoria de Washingotn en 1969.

Varvara Grankova
Hace casi 50 años, en 1969, Neil Armstrong fue la primera persona en llegar a la Luna, lo que significó la victoria de EE UU en una dura batalla de la carrera espacial. A pesar de la ventaja con la que partía tras los éxitos de Gagarin y el Sputnik, la URSS no consiguió mantener el ritmo.

A principios de los años 60 la URSS estaba considerada como la principal potencia en exploración espacial. Había conseguido lanzar con éxito el primer satélite, el Spútnik en 1957, y de enviar el primer hombre al espacio - Yuri Gagarin el 12 de abirl de 1961.

Desesperado por seguir el ritmo el presidente estadounidense John F. Kennedy declaró, 43 días después del vuelo de Gagarin, que el lanzamiento de una misión tripulada a la Luna se convertía en un objetivo prioritario para la siguiente década. Comenzó entonces una carrera de las dos superpotencias que terminó con la victoria de Washingotn en 1969. Pero, ¿por qué se produjo esa derrota soviética?

Una gestión desastrosa

Nikita Jrushchov, que dirigió el Partido Comunista y la URSS entre 1953 y 1964, era conocido por ser una persona emocional e impredecible. Su acercamiento al programa lunar no era diferente. Durante un encuentro con Serguéi Koroliov, el ingeniero y diseñador espacial que tuvo un papel clave en el lanzamiento del Spútnik y del Vostok, Jrushchov le explicó que el dinero estatal para el programa de lunar estaba a punto de acabarse.

Aunque un año después, en 1964, le dijo lo contrario: “No les daremos la Luna a los estadounidenses. Utiliza todos los recursos que necesites”.

Pero en vez de establecer una línea directa entre el gobierno y los científicos, las autoridades lanzaron dos programas rivales, uno que establecía el desarrollo de cohetes a la Luna y otro para las misiones de alunizaje. Uno estaba dirigido por Koroliov y el otro por Valeria Cheloméi.

Esta manera de trabajar estaba condenada al fracaso, según explicó el cosmonauta Alexéi Leónov, que trabajó con Koroliov y fue el primer hombre en el espacio exterior. “Las complicadas relaciones entre Koroliov y Cheloméi y su rivalidad afectó a la causa común”, declaró en 2010 al diario Komsomólskaia Pravda.

Borís Chertok, diseñador de cohetes que también trabajó con Koroliov estaba de acuerdo. Según escribió en sus memorias Cohetes y gente, debido a las críticas y a la rivalidad entre los científicos Koroliov tuvo que simplificar su proyecto (el cohete N-1) y ajustar el presupuesto. Estro resultó ser un error.

Cuando la situación era lo suficientemente mala sustituyeron a las principales figuras del programa lunar. Sobre todo cuando Jrushchov fue relevado de su puesto en 1964 y tras la muerte de Koroliov en 1966. “Para los cosmonautas fue casi como el fin del mundo”, recuerda Leónov. Según explicó después de la muerte de Koroliov las autoridades comenzaron a dejar de lado el programa de la Luna.

Otros objetivos

Tal y como escribe Chertok en su libro, los años 60 fueron un periodo de gran tensión entre la URSS y EE UU, y el mundo estuvo al borde de un conflicto nuclear. Aunque la URSS llevaba la delantera tras el éxito con Gagarin, poco después se reveló que Washington contaba con 20 veces más armas que la URSS. Amenazada por este hecho, cada vez se utilizaron más recursos económicos para potenciar el ejército, así lo hizo Jrushchov y otros líderes tras él, y eso afecto a los programas de exploración espacial.

Así fue como la URSS acabó por quedase detrás de EE UU en tecnología espacial. El cohete Saturn V, que lanzó del Apollo 11 al espacio en 1969, era capaz de llevar una carga de hasta 140 toneladas, mientras que su análogo soviético, el N-1, diseñado por Koroliov y sus sucesores podía transportar hasta 75 toneladas. Además, los cohetes estadounidenses utilizaban hidrógeno líquido, que era tenía más potencia que el queroseno utilizado por los soviéticos.

Al mismo tiempo, fracasó un cohete soviético lanzado con cuatro pilotos. Los estadounidenses alunizaron el 20 de julio de 1969. Neil Armstrong y Buzz Aldrin se convirtieron en los primeros hombres en llegar al satélite de la Tierra. El Kremlin decidió no seguir invirtiendo dinero en el proyecto tras la victoria de Washington.

Por otro lago, tal y como señala Chertok en su libro, gracias a los recursos que ahorraron para 1980 los soviéticos consiguieron la paridad de armas nucleares con EE UU. Pero eso ya es un tema diferente.

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