El lingüista norteamericano Max Weinreich decía que la diferencia entre una lengua y un dialecto es un ejército. Sin embargo, esta explicación metafórica no sirve para todos. Muchas lenguas “tienen ejército y flota” pero las continúan confundiendo con dialectos o con otras lenguas cercanas.
Además, en ocasiones muchos hablantes de una lengua consideran que la lengua del vecino se comprende fácilmente y que aprenderla apenas supone esfuerzo.
El lingüista Valeri Mokiyenko considera que el malentendido es muy peligroso: “No solo son muchos los extranjeros que no diferencian el ruso, el ucraniano y el bielorruso sino que también, desgraciadamente, muchos rusos, los “velikorossi”. Precisamente ésta fue una de las causas de la tragedia de Ucrania y del alejamiento entre Rusia y Bielorrusia”.
En tiempos soviéticos había muchos rusos en otras repúblicas y que no encontraron tiempo para interesarse por las lenguas de los pueblos en los que vivían y trabajaban. Mokiyenko considera que precisamente ahí está el origen de la falta de respeto hacia las lenguas ucraniana y bielorrusa y de que se perciban como “ramificaciones” de la lengua rusa.
Vladímir Plunguian, autor del libro Por qué las lenguas son tan distintas, explica en una entrevista al portal Gramota.ru: “No hay ninguna duda de que el ucraniano sea una lengua, pero tampoco hay que creer que existe algún mecanismo objetivo que establezca que esto es una lengua y esto no. Se trata de una elección y decisión de la propia comunidad. Sin duda, la lengua ucraniana existe en tanto que muchos millones de personas hablan en ella y la escriben. ¿Que se parece a otras lenguas? Hay centenares de casos así. El noruego y el danés también son parecidos y mucho más que el ruso y el ucraniano”.
El ruso, el ucraniano y el bielorruso son lenguas eslavas orientales que empezaron a diferenciarse unas de otras a partir del siglo XIV. Esto sucedió debido a que los eslavos quedaron repartidos bajo distintas formaciones estatales: una parte de la Rus oriental quedó bajo el dominio de los mongoles de la Horda Dorada, la Rus occidental bajo el Gran Ducado de Lituania (que luego se convertiría en la Rzeczpospolita) donde durante un tiempo el eslavo oriental fue lengua estatal.
La idea de que si sabe una lengua va a entender la otra no es más que una falacia. El periodista ruso de origen bielorruso Víktor Diatlikóvich utiliza un método propio para demostrar que se trata de dos lenguas distintas: a sus conocidos demasiado seguro de sí mismos simplemente les da un texto en bielorruso o les habla durante tres minutos en esta lengua. Normalmente las preguntas sobre sus similitudes desaparecen.
Por otro lado, los textos clásicos también pueden ser considerados como “pruebas materiales” de que el ruso, el bielorruso y el ucraniano son tres lenguas literarias distintas. Al leer el original y ver las diferencias en las traducciones de obras como la Carta de Tatiana de Pushkin, en ruso, El Testamento del ucraniano Tarás Shevchenko o La Herencia del bielorruso Yanka Kupala los hablantes de estas lenguas ven claro que se trata de idiomas diferentes.
Xenia Turkova es periodista y doctoranda en Filología, autora del proyecto 'Lengua rusa' en el medio 'Moskóvskie Novosti', escribe sobre lengua rusa en los portales pravmir.ru y snob.ru.
Todos los derechos reservados por Rossíiskaia Gazeta.
Suscríbete
a nuestro boletín
Reciba en su buzón el boletín informativo con los mejores artículos sobre Rusia: