El Teatro Bolshói de Moscú en la actualidad.
Servicio de prensaLa historia del Teatro Bolshói comienza en marzo de 1776, cuando el príncipe Piotr Urúsov recibió el permiso de la emperatriz Catalina II para abrir un teatro público en Moscú. Poco después se supo que la orden de la emperatriz se dio en 1766.
Se recibieron cuatro solicitudes; una de un francés, de dos italianos y del ruso Nikolái Titov. Fue este último quien la ganó y fundó la Casa de la Ópera en el río Yauza, que organizó la primera representación el 21 de febrero de 1766.
Tres años después Titov estaba casi en arruinado y se vio forzado a vender la licencia del teatro. La compraron los italianos Belconti y Cinti, y dos años después pasó a manos de Gratti, otro italiano. Cinco años después fue el turno de Urúsov y este es considerado como el inicio de la historia del Teatro Bolshói.
El Teatro Bolshói en la década de 1780. Fuente: Servicio de prensa. El edificio que Urúsov construyó se quemó antes de la inauguración así que decidió venderlo al inglés Michael Maddox, matemático de Oxford y profesor del zarévich Pável Romanov. Este escogió el terreno en el que actualmente está el teatro y levantó un edificio de tres plantas. El 30 de diciembre de 1780 el teatro se inauguró en una ceremonia solemne.
El teatro levantado por Maddox tenía casi mil asientos, un escenario y un foso para la orquesta. Justo encima del escenario estaban los palcos en los que se sentaban los “amantes del teatro”, que casi siempre pertenecían a la nobleza.
Fuente: Servicio de prensa.Eran los encargados de hacer señales al resto del público. Por ejemplo, si mostraban dos dedos todo el mundo debía aplaudir fuerte. Estos nobles se pueden considerar como los predecesores de los claques, el grupo de individuos pagados para aplaudir en los espectáculos.
Actualmente el baile de la ópera más famoso es el de Viena, que se construyó unos cien años después del Bolshói. Al principio Maddox pensó en crear
gabinetes para que las mujeres pudieran socializar y los hombres negociasen. En 1788 se añadió la rotonda circular, que es donde se celebraban los bailes.
Es sorprendente que la primera prima ballerina del Bolshói fuera la francesa Félicité-Virginie Hullin Sor llegó con su marido, que era guitarrista y compositor. Encantó a todo el mundo durante la premiere del 6 de enero de 1825, tras la reconstrucción del edificio quemado.
En 1918 Lenin insistía en demoler el teatro. Decía que la ópera era un arte burgués, que costaba demasiado y que los intérpretes eran arrogantes, que lo que querían era el dinero. Sorprendentemente, fueron Iósif Stalin y Anatoli Lunacharski, considerado el primer ministro de Cultura de la URSS, quienes hicieron a Lenin cambiar de idea.
La pintura mural de “Apolón y las musas” situada en el techo es de mediados del siglo XIX. En 1940 las autoridades decidieron repintar las musas en un “estilo soviético” y anunciaron un concurso, en el que participaron famosos pintores de la época como Yevgueni Lancerai y Konstantín Yuón.
Mural de las musas. Fuente: Servicio de prensa. A principios de la Segunda Guerra Mundial, el mural fue dañado por una bomba y tuvo que ser restaurado. Entonces Pável Korin pintó las musas “campesinas”.
Tanto durante la época zarista como en la soviética existió la censura. Durante los tiempos de los zares había una colección de libretos de escritores rusos y los compositores solo podían utilizar ese material.
El Bolshói durante la época soviética. Fuente: Servicio de prensa.Por su parte, en 1948 despidieron a prácticamente todo el personal del teatro- desde el gerente hasta el director artístico- por el estreno de la opera de Vano Muradeli "La Gran Amistad”. En ella aparecía Lenin como personaje por primera vez. El Partido les acusó a todos de formalismo y de distorsión de hechos históricos. En el libreto se hablaba de las relaciones hostiles entre rusos, georgianos y osetios en los años 1920.
Trabajar en el prestigioso Teatro Bolshói siempre fue motivo de ilusión para los artistas. Durante la época soviética, además de contar con los salario más altos, se obtenían otros beneficios. Aunque en verano de 1979 la huida de Alexander Godunov y su petición de asilo político en Occidente supusieron un gran escándalo. Las autoridades soviéticas trataron de que que su mujer, la ballerina Liudmila Vlasova, volviera a Moscú, pero durante tres días los estadounidenses no permitieron que el avión despegase. Finalmente convencieron a Vlasova para que volviera a Rusia y Godunov tuvo una breve carrera en el American Ballet Theatre.
Desde 1825 la famosa cuadriga de Apolo corona el teatro. La primera era de alabastro y se rompió durante un incendio. Se piensa que la cuadriga actual, de bronce, es una obra del escultor Piotr Klodt (que también creó esculturas en el puente Anichkov de San Petersburgo), pero no hay evidencia documental.
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