Después de la Revolución rusa de 1917, las formas de tratamiento utilizadas en la Rusia zarista habían quedado obsoletas. En realidad el sistema para dirigirse a la gente era complicado. Nobles, funcionarios y oficiales militares, respetados mercaderes y sacerdotes; era necesario comprender su rango y posición y todas las formas eran respetuosas. Solo la gente sencilla –de los pueblos y los campesinos– no tenían formas de tratamiento. Estas reglas enfatizaban la desigualdad en la sociedad rusa y los bolcheviques estaban deseosos de cambiarlo.
Después de la abolición de la nobleza en Francia durante la Revolución de 1789, los franceses idearon una nueva forma de tratamiento para el pueblo libre: el ciudadano. Incluso al antiguo rey de Francia se le conocía como el “ciudadano Louis Capet”. Pero en Rusia el uso de la palabra “ciudadano” después de la Revolución estaba fuera de lugar. Implicaba derechos y libertades democráticas, como en Francia, pero los bolcheviques tenían una estructura social y estatal diferente, que no era democrática, sino socialista; de ahí el uso de una palabra diferente.
El socialismo nació en Alemania y los primeros socialistas adoptaron el término kamrade como forma de expresión. En latín, “camarada” significa literalmente “compañero de cámara” y, según varios estudios lingüísticos, probablemente se utilizó para denotar a personas que compartían el mismo dormitorio durante sus estudios.
Después de la Revolución francesa y las revoluciones europeas de 1848, “camarada” se convirtió en una manera de llamarse afectuosa para las personas que compartían las mismas ideas socialistas y, lo que es más importante, luchaban por ellas. Pero los rusos no decían “camarada”. Tenían su propia versión: továrishch.
En ruso, továrishch no significaba inicialmente “amigo”, sino “hermano en el comercio”. La palabra proviene de la raíz tovar, que significa “mercancía”, y továrishch era un socio en actividades comerciales, con el que se comerciaba. Tenía una connotación comercial obvia. Entre los cosacos, un miembro legítimo de la comunidad era llamado továrishch. El término también se utilizaba en la administración pública. De 1802 a 1917, hubo un puesto de funcionario llamado “továrishch del ministro”, equivalente a viceministro.
Después de la Revolución, los bolcheviques adoptaron rápidamente továrishch como una forma universal de dirigirse a “los suyos”, es decir, al pueblo comunista. Al igual que Luis XVI, a quien se le llamó “ciudadano Louis Capet” después de la Revolución francesa, al zar Nicolás II se le llamó “ciudadano”, pero no továrishch, porque no podía serlo. Es más, si alguien le decían, “no eres un továrishch para nosotros” era un grave insulto entre los bolcheviques. En la década de 1930 este insulto también podría llegar a ser mortal, ya que llevaba la acusación de no ser comunista, lo que básicamente implicaba ser un enemigo ideológico.
En los procedimientos oficiales, como los juicios o los consejos de guerra, finalmente entró en uso el término grazhdanín (ciudadano). Un ciudadano no era necesariamente un továrishch.
La forma femenina no se aplicaba a esta palabra (tovarka quedó obsoleta rápidamente) y se llamaba a las mujeres usando la forma masculina. Sin embargo, sus apellidos todavía tenían terminaciones femeninas, como por ejemplo: továrishch Ivanova (la forma masculina habría sido továrishch Ivanov).
Entre los militares soviéticos (y luego rusos, ucranianos y bielorrusos), továrishch se convirtió en una fórmula de uso habitual. Los superiores se dirigen a los subordinados usando su rango y apellido, o su rango y továrishch, es decir, capitán Petrov o továrishch capitán. Los subordinados se dirigen a los superiores usando solo továrishch y rango: továrishch coronel, por ejemplo.
Leonid Brézhnev.
Víktor Koshevói, Vladímir MusaeliánEn la tradición soviética, a los líderes del Partido Comunista siempre se les llamó továrishch: továrishch Stalin, továrishch Brézhnev, etc.
Hoy en día, en Rusia no existe una forma prescrita de tratamiento. En ocasiones formales se utilizan los términos gospodín (Señor) y gospozhá (Señora), anteriores a la Revolución.
Grazhdanín (ciudadano) tiene una connotación formal e incluso hostil, en un guiño obvio a los tiempos soviéticos. Továrishch se utiliza ahora, en gran medida, de forma irónica. Para hablar de un conocido se usa priyátel o znakomi (literalmente “conocido”). Es muy probable que un ruso que se refiera a alguien como továrishch esté quitando tensión a una situación, tratando de resolver un conflicto o una situación incómoda de manera divertida, como por ejemplo un educado altercado público a bordo de un tren del metro o una discusión sobre un lugar en una cola.
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