Los miembros de la Infantería de Marina de Rusia a menudo operan en tierra y mar. Llevan a cabo operaciones de combate que van más allá de las capacidades del ejército regular. Para poder hacerlo tienen que estar, obviamente, en plena forma. Un muscular miembro de este cuerpo tiene que medir más de 1,75 m y no pesar más de 80 kg. Se anima a enviar su solicitud a los reclutas con una trayectoria deportiva.
Para unirse a la Infantería de Marina, hay que ser una persona decidida y de rápido pensamiento. Un miembro de este cuerpo a menudo toma decisiones en pocos segundos, ya que trabajan en peligrosas situaciones de combate. No tienen miedo a adaptarse y nunca se echan atrás ante un reto. “Allí donde estamos, hay una victoria”, es el lema de la Infantería de Marina.
La tarea más importante de la Infantería de Marina consiste en desembarcar en tierra. Por eso entrenan sin descanso hasta que estas maniobras están completamente interiorizadas. No importa donde estén, si es en el helador océano Ártico o el cálido Mar Negro, los 'boinas negras' no miran el mercurio.
No es fácil desembarcar es una costa en la que el enemigo tiene ventaja. La Infantería de Marina será la primera en enfrentarse al fuego enemigo y la primera en abrir zanjas, búnkers y colocar alambre de espino para abrir el camino al resto de tropas. La valentía es esencial.
Como te podrás imaginar, si no eres un buen nadador, ya te puedes ir olvidando de la Infantería de Marina. Hay que ser capaz de desenvolverse en el agua como lo haría una foca a través de 50 metros de agua helada con el uniforme encima. Durante meses los miembros de este cuerpo viajan alrededor del mundo en largas misiones. ¿Tienes mareos en el mar? Olvídate.
El color principal de la Infantería de Marina de Rusia es el negro. La boina, la chaqueta, los pantalones y las botas. Sin embargo, la telniashka, una camiseta blanca con rayas azules, es el símbolo de la división. Durante la Segunda Guerra Mundial los alemanes solían llamar a los miembros de la infantería soviética, la “muerte negra”, y no solamente por el uniforme...
A pesar de que la Infantería de Marina de Rusia siempre ha estado bien preparada, ningún hombre es una isla: la comunicación y el trabajo en equipo son vitales. Tienen que confiar en sus compañeros su propia vida.
Nadie nace hecho un miembro de infantería, hay que ganárselo. El combate mano a mano, los nervios de acero, la ausencia de miedo. Un miembro de la Infantería de Marina debería ser capaz de disparar cualquier arma como un profesional y de conducir cualquier vehículo como un experto. Si no eres capaz de volar un caza... escoge otro trabajo.
Quizá sea difícil de creer pero los marines rusos saben cómo volar. En ocasiones cambian el mar por el aire. En 2016 la Infantería de Marina de la Flota del Mar Negro y de la Flotilla del Caspio realizaron 22.000 saltos en paracaídas, tanto de día como de noche.
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