El oficial del Ejército Rojo que perdió ambas manos y volvió al campo de batalla

ISOGIZ Publishing House
El mayor de artillería sin manos se convirtió en leyenda. Muchos pensaban que era una figura de ficción, porque su historia era simplemente demasiado sorprendente.

Vasili Stepánovich Petrov, a pesar de perder las dos manos en combate, no tenía intención de volver a la vida civil, y en su lugar regresó al infierno de la Segunda Guerra Mundial. Continuó al mando de un batallón de artillería y dirigió sin temor a sus tropas.

Doble amputación

El 1 de octubre de 1943, fue un día que cambió la vida del capitán de artillería Vasili Petrov, quien comandaba dos baterías durante la batalla del Dniéper. Gracias a su firmeza, los artilleros soviéticos pudieron repeler cuatro ataques enemigos, destruyendo cuatro tanques y dos morteros en el proceso.

Pero un impacto directo de un proyectil sobre una pieza de artillería hirió gravemente sus manos. Al ser llevado al hospital, Petrov fue considerado al momento como un caso perdido. Sólo apuntándoles con sus armas los oficiales lograron obligar a los médicos a operar a él.

Su vida fue salvada, pero ambas manos tuvieron que ser amputadas. Vasili Petrov se enfrentaba ahora a la prueba más dura de su vida, ya de por sí marcada por la guerra.

De vuelta al frente

“Las primeras seis semanas en el hospital fueron agónicas. Cuando recuperé la consciencia sentí un dolor insoportable en todo mi cuerpo y grité hasta que todas mis fuerzas me abandonaron. Y luego todo empezó de nuevo. Más tarde, cuando el dolor disminuyó y me di cuenta de lo horrible de mi situación, parecía que la vida había perdido todo su sentido. Para acabar con el tormento psicológico, fumaba mucho, a veces hasta cien cigarrillos al día. ‘¿Qué había pasado?¿Por qué el destino ha sido tan cruel conmigo?’, me lo pregunté y no obtuve respuesta”.

Al final, Vasili derrotó a sus demonios internos y tomó un paso decisivo: sus manos se habían perdido, pero no su claridad mental o su capacidad de mando. Tuvo que volver al frente.

Petrov se negó a permanecer en la retaguardia y rechazó un buen puesto como secretario de uno de los comités de distrito de Moscú. Una vez superadas las objeciones de la comisión médica y de los oficiales de personal, regresó a su unidad, donde fue muy bien recibido por sus compañeros de armas.

Aunque Petrov ya no podía disparar ni lanzar granadas, sabía que su excelente entrenamiento militar y experiencia en combate no tendrían precio como mando de la artillería. Y no podía tener más razón.

El legendario mayor sin manos

Concedido el rango de mayor, Vasili Petrov terminó la guerra como comandante del 248º Regimiento de Artillería Antitanque. Pasó todo el conflicto en primera línea, dirigiendo constantemente sus tropas en condiciones de fuego pesado artillero y fuego de mortero enemiga.

Poco antes del fin de la guerra, el 27 de abril de 1945, durante un período de intensos combates, Petrov dirigió personalmente a su batallón en el ataque y fue nuevamente herido de gravedad.

El mayor de artillería sin manos se convirtió en leyenda. Muchos creían que era una figura de ficción, porque su realidad era simplemente demasiado sorprendente.

Dos veces héroe de la Unión Soviética y galardonado con la Orden de Lenin y la Bandera Roja, Vasili Petrov fue elegido personalmente por Stalin para formar de por vida parte de las filas de las Fuerzas Armadas de la URSS.

Posguerra

El final de la Gran Guerra Patria no puso fin a las luchas de Vasili Petrov. Hizo todo lo que pudo para mantenerse en buena forma física y mental. A pesar de sus heridas, caminaba muchos kilómetros y hacía cientos de sentadillas.

Petrov completó sus estudios universitarios y escribió miles de páginas de memorias manuscritas con la ayuda de un miembro artificial. Estas más tarde aparecieron publicadas en dos volúmenes bajo el título El pasado y yo.

La vida de Petrov estaba inseparablemente ligada al Ejército y lo así fue hasta el final, pasando por varios puestos en las fuerzas de artillería y de misiles. Después del colapso de la Unión Soviética, conservó su estatus en el servicio militar de por vida, sólo que ahora como parte del Ejército ucraniano. Vasili Petrov murió en Kiev en 2003 a la edad de 81 años.

En los años 70, el teniente general Vasili Petrov recordó: “Todo soldado se inclina a creer en el destino. Estaba convencido de que había llegado mi hora y decidí morir. No ocurrió en el hospital. Así que volví con mis camaradas en el frente para morir en el campo de batalla. Pero el destino decidió lo contrario.”

Pincha aquí para leer la increíble historia de un piloto ruso sin piernas.

La ley de derechos de autor de la Federación de Rusia prohíbe estrictamente copiar completa o parcialmente los materiales de Russia Beyond sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original.

Lee más

Esta página web utiliza cookies. Haz click aquí para más información.

Aceptar cookies