1971.
Serguéi Soloviov/SputnikEs imposible no empezar a tiritar al ver esta foto en la que se ve a niños pequeños durmiendo en la calle durante el invierno. Sorprendentemente era una práctica común en los jardines de infancia soviéticos. Podemos encontrar numerosas fotos que muestran a los niños durmiendo en el exterior, tanto en invierno como en verano.
¿Era peligroso para la salud de los niños? Hemos estudiado un documento llamado Reglas y reglamentos sanitarios para jardines de infancia, de 1985 y aprobado por las más altas autoridades médicas de la URSS. Según las instituciones de la época, los niños tenían que tener acceso regular al aire fresco. Las normas exigían que las aulas de los jardines de infancia se ventilaran no menos de dos veces al día y que los niños caminaran y jugaran regularmente al aire libre. El personal debía asegurarse de que los niños estuvieran bien abrigados, pero no excesivamente: los abrigos de invierno solo eran obligatorios si la temperatura bajaba por debajo de -4ºC. Sin embargo, no encontramos información sobre dormir físicamente al aire libre.
Hay muchas fotos como estas, así que hemos buscado online y hemos encontrado algunos comentarios realmente interesantes de personas que recuerdan su juventud en la URSS.
Años 1930.
Foto de archivoUna de las principales tareas del primer gobierno soviético fue detener las epidemias, incluida la tuberculosis. A principios de la década de 1930, más de 25.000 médicos trabajaban en clínicas de tuberculosis; en 1957, más de 130 millones de soviéticos fueron vacunados contra esta enfermedad. Pero la principal manera de luchar contra las epidemias era con la higiene cotidiana y esta se enseñaba en los jardines de infancia de toda la URSS.
El aire fresco es esencial para la buena salud. La salud de los primeros Romanov –los zares– era muy mala porque pasaban la mayor parte de sus vidas dentro de sus habitaciones, rara vez respirando aire fresco, especialmente cuando eran niños.
1971.
Valeri Shústov/SputnikEn contraste, los niños soviéticos pasaban mucho tiempo al aire libre. El internauta matros_kruzhkin, que pasó un año en un sanatorio contra la tuberculosis para niños en 1959-1960, escribió: “Recuerdo muy bien estos momentos de siesta en las terrazas abiertas, incluso en invierno. Lo único que quedaba al aire libre para respirar era la nariz. En verano los niños dormían en las terrazas. Incluso en invierno, los que no podían caminar eran llevados afuera y envueltos en mantas. Las habitaciones se calentaban con estufas de leña”.
1939.
Anatoli Garanin/SputnikOtras personas confirman que en las décadas de 1970 y 1980 persistió la práctica de la “terapia con agua y aire”, y no solo en las instituciones y sanatorios contra la tuberculosis. La usuaria DuraLena recuerda que en la década de 1980, “todo nuestro grupo de guardería caminaba por fuera en bragas y nos mojaban con una manguera”.
Hay quienes no lo encontraban nada agradable: “No lo olvidaré nunca, era como un campo de trabajo”, escribió un usuario llamado barbosiara. “No podías moverte ni un centímetro en los sacos de dormir y no podía soportar nada tan apretado. Solía dar un berrinche y la maldita maestra me colocaba más apretado”.
1959.
V. Lóginov/SputnikPara las cuidadoras llevar a los niños afuera en invierno no era un paseo por el parque. El usuario eliabe_l, nacido en Moscú en la década de 1950, recuerda: “¡Cuánto trabajo era eso para las niñeras! Se colocaba a los niños en los sacos de dormir y luego se sacaban a la terraza, donde las ventanas estaban abiertas de par en par. Después de la hora de la siesta, todos volvían de vuelta al interior. Y era un jardín de infancia común, no una institución de élite. Cada mañana, todos los niños eran examinados por un médico, y si alguien estaba resfriado, lo mandaban a casa”. Las normas sanitarias prescribían dormir al aire libre si la temperatura era superior a -10ºC grados centígrados.
Teniendo todo en cuenta hay mucha gente nacida en la época soviética que considera que aquello fue una experiencia “romántica”. Hay muchos que han conservado el hábito de dormir al aire libre o con las ventanas abiertas, incluso en las épocas más frías del año.
1973.
Vladímir Pérventsev/Sputnik“Recuerdo que en la guardería (¡incluso antes de la guardería!), después del almuerzo, nos ponían a todos en un edredón y nos llevaban afuera a dormir”, recuerda un usuario llamado Olk. “Dormíamos en unas mesas muy amplias. Me gustaba tumbarme allí y ver las hojas de arce caer en invierno, o a los ratones saltar sobre las ramas desnudas. Y siempre cerca de nosotros había una niñera sentada, vestida con un abrigo y cubriendo sus dedos congelados, mirándonos de vez en cuando. Rápidamente cerraba bien los ojos y fingía que dormía”.
La ‘feliz infancia soviética’ a través de la lente de Mijaíl Grachov
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