¿Quiénes fueron los principales aliados de la URSS durante la Guerra Fría?

Pravda, 1963
Estos fueron los camaradas más cercanos a la Unión Soviética en cada contienente.

Cuba en América  

Fidel Castro en un lugar donde se corta caña de azúcar, 1969.

Cuando la Unión Soviética se enfrentó a duras críticas tras la invasión de Checoslovaquia por el Pacto de Varsovia en 1968, Cuba la apoyó públicamente. Castro denunció la Primavera de Praga y llamó a “la lucha en camaradería con los agentes y espías proyanquis”. Años después de esta significativa demostración de apoyo, Cuba siguió siendo uno de los aliados más cercanos de la URSS en la Guerra Fría.

Inmediatamente después de la Revolución Cubana, la inteligencia soviética y sus líderes tenían poca comprensión acerca de quién era realmente Fidel Castro y cuáles eran sus objetivos: hasta el punto de que se consideró la posibilidad de que Castro estuviera en la nómina de la CIA.

Sin embargo, muy pronto, la Guerra Fría y la presión económica y militar estadounidense empujaron a Cuba a los brazos de la URSS. La isla se convirtió en el único bastión comunista del hemisferio occidental, una posición que difícilmente podría ser sobreestimada en una época de rivalidad ideológica.

Durante los años posteriores a la Revolución Cubana, la URSS sostuvo la economía de la isla, pagando 10 veces el precio de la caña de azúcar cubana, el principal producto de exportación de la isla. A cambio, la Unión Soviética adquirió un aliado cercano a sólo 250 km de la costa de Florida.

Los soviéticos construyeron y operaron una base de espías en Cuba, conocida como la instalación “Lourdes SIGINT” a  sólo 150 km de Key West y 300 km de Miami. Los soviéticos y los cubanos también aprovecharon la fallida operación de invasión de Bahía de Cochinos en 1961 para desplegar misiles balísticos en Cuba. La medida desencadenó la crisis de los misiles de Cuba que finalmente se resolvió favorablemente tanto para Moscú como para Washington.

Egipto y Siria en Oriente Medio

El líder soviético Nikita Jrushchov (segundo por la derecha) con el lider argelino Ahmed Ben Bella (segundo por la izquierda) y el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser (derecha) durante una visita a El Cairo (Egipto), 1964.

La Guerra Fría en Oriente Medio era como una partida de ajedrez: cada parte buscaba neutralizar la ventaja estratégica de la otra en esta explosiva región. En un contexto de tensiones entre árabe e israelíes, la Unión Soviética se adelantó para elegir un bando.

Desde el comienzo de la Guerra Fría, a finales de la década de 1940, la URSS suministró a los estados árabes, en particular a Egipto y Siria, armas y asesores militares soviéticos. Los soviéticos desempeñaron un papel importante para que el Reino Unido y Francia retiraran sus tropas de Egipto en 1956, cuando el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser hizo movimientos para nacionalizar el canal de Suez, lo que resultó en una  invasión militar por de los dos países europeos.

Aunque la URSS no fomentó la ideología comunista en Oriente Medio, sí que suministró armas y ayudas a cambio de la influencia política en la región. Después de que la flota soviética obtuviera acceso a un puerto sirio en 1971, EE UU ya no era el único en el Mediterráneo. El quinto escuadrón operacional de la marina soviética contrarrestaba a la sexta flota de los Estados Unidos con base en Italia.

Incluso después de que Egipto se alejara de la Unión Soviética tras la muerte de Nasser, Siria siguió siendo un bastión soviético en Oriente Medio, hasta la disolución de la URSS en 1991.

Etiopía en África

Cartel de propaganda muestra a unos etíopes sosteniendo símbolos comunistas junto a la bandera soviética, en Addis Abeba (Etiopía), 1977

Algunos observadores describieron la relación de la Unión Soviética con los países africanos en términos de “principios de máximo-mínimo”: ganancias máximas para riesgos mínimos. Los países africanos, debilitados en el proceso de descolonización, ofrecían a la Unión Soviética la oportunidad de difundir la ideología comunista y ganar apoyos estratégicos en una nueva e importante región en la que apareció un vacío de poder tras la retirada de las potencias europeas.

La URSS apoyó innumerables movimientos de insurgencia en todo el continente africano durante la Guerra Fría, pero su aliado más preciado en el continente fue Etiopía. 

Este país situado en el Cuerno de África interesaba a Moscú incluso antes de la Revolución de 1917, ya que los dirigentes del país lo consideraban un lugar estratégico para entrar en el resto del continente.

Sin embargo, el punto culminante de la amistad entre la Unión Soviética y Etiopía no se alcanzó antes de 1977, cuando Somalia, un estado afín de la Unión Soviética en ese momento, rompió las relaciones con la URSS, expulsando a los asesores soviéticos y lanzando una ofensiva contra la frontera oriental de Etiopía.

Inmediatamente después del ataque, Moscú se movilizó rápidamente para entregar armas y equipos militares -incluidos 80 aviones, 600 tanques y 300 vehículos blindados de transporte de tropas- a Etiopía. La eficiencia con la que se hizo desconcertó a los rivales de la Unión Soviética en Occidente.

Junto con los 17.000 soldados cubanos desplegados en el campo de batalla desde Angola, la ayuda militar soviética cambió rápidamente el curso de la guerra y permitió a Etiopía frustrar la ofensiva somalí.

Para el bloque capitalista este incidente se convirtió en una vívida demostración de la capacidad de la Unión Soviética para dar forma a los acontecimientos en el extranjero y cimentó el estatus de la URSS como hegemón mundial. 

Mucho más tarde, el autor británico Wilbur Smith basó una de sus novelas en la participación soviética en África y fue un auténtico bestseller.

Vietnam en Asia

Desfile de la victoria en Saigón, Vietnam en 1975

La guerra de Vietnam, que duró de 1955 a 1975, dio a la Unión Soviética la oportunidad de socavar lo que consideraba como invasiones imperialistas en Indochina.

Durante el curso del conflicto, los soviéticos suministraron a los guerrilleros norvietnamitas, bajo la dirección del devoto socialista y marxista Ho Chi Minh, ayuda militar: lo que incluía aviones, radares, artillería, sistemas de defensa aérea, armas ligeras, municiones, alimentos y suministros médicos. Norte

Los pilotos de combate vietnamitas también se entrenaban en la Unión Soviética antes de sus combates contra los estadounidenses en Vietnam del Sur.

Tras la caída de Saigón la URSS obtuvo acceso a una base naval en la bahía de Cam Ranh, donde desplegó su flota del Pacífico. La base se convirtió en un activo soviético clave por su capacidad de proyección de energía y de recopilación de inteligencia.

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