La dinastía Rúrika que gobernó las tierras rusas desde el siglo IX aproximadamente, fue fundada probablemente por Riúrik. Se le considera el primer comandante de guerra que tuvo el poder de un knyaz (príncipe), es decir, un líder político.
Sin embargo, Riúrik no fue el líder de un estado unificado, como tampoco lo fueron sus sucesores, que se convirtieron en príncipes de Kiev y gobernaron la Rus de Kiev. Fue un estado medieval que existió en los siglos IX-XII y se disolvió en los siglos XI-XII, debido a la rivalidad entre los príncipes de la dinastía Rúrika. Cuando los mongoles atacaron las tierras rusas en el siglo XIII, había más de 20 ducados en el territoria de las actuales Rusia Central, Ucrania y Bielorrusia.
Los rusos tardaron casi dos siglos en conseguir la independencia política y militar del estado mongol de la Horda de Oro. El primer estado unificado en el territorio ruso fue el Gran Ducado de Moscú bajo el Gran Príncipe Iván III.
Iván III (1462-1505)
El Gran Ducado de Moscú se creó mucho antes que Iván III (1440-1505), pero fue él quien dejó de pagar tributos a la Horda de Oro en 1480, declarando de hecho la independencia de Moscú de los mongoles-tártaros.
Creó el Sudebnik (Código de Leyes) de 1497, una legislación unificada para las tierras que juraron lealtad al Gran Ducado de Moscú o sus conquistas. También ordenó la construcción del Kremlin de Moscú, de ladrillos rojos, que sigue en pie.
Esencialmente, Iván III puede considerarse el fundador de Rusia.
Vasili III (1505-1533)
El hijo de Iván, Vasili III (1479-1533), finalizó la centralización de las tierras rusas bajo el reinado de Moscú. Fue el padre de Iván el Terrible.
Iván IV el Terrible (1547-1584)
Iván IV (1530-1584) fue el primero en ser coronado y ungido como zar de todas las Rusias en 1547. Revisó la legislación rusa en su Código de Leyes de 1550, estableció relaciones diplomáticas con Inglaterra y duplicó el territorio de Rusia.
Su época también fue conocida por la represión contra algunas familias nobles de boyardos moscovitas, por parte de la cruel guardia de seguridad conocida como los "oprichnik". Esta es una de las razones por las que se le conoce como “el Terrible”.
Fiódor Ivánovich (1584-1598)
Fiódor (1557-1598), el tercer hijo de Iván el Terrible, no se sabe si participó en el gobierno del Estado. Casi todos sus días los dedicaba a rezar, visitar monasterios, estudiar teología y las escrituras, etc.
Algunos historiadores, como Dmitri Volodijin, sostienen que Fiódor se apartó deliberadamente de la política para evitar la posibilidad de ser envenenado, como probablemente lo fue su padre, Iván IV. Durante el gobierno de Fiódor, Rusia fue gobernada por el hermano de su esposa, Borís Godunov, que se convirtió en zar tras la muerte de Fiódor.
Boris Godunov (1598-1605)
Boris Godunov (1552-1605), cuñado del zar Fiódor, fue probablemente el primer gobernante ruso que intentó establecer conexiones culturales y de cooperación entre Moscú y Europa. Sin embargo, no duró mucho en el cargo y murió en circunstancias ambiguas.
El falso Dmitri I (1605-1606)
Un impostor cuya identidad se debate hasta hoy, el falso Dmitri I (siglo XVI - 1606) se hizo pasar por Dmitri, el último hijo de Iván IV, que sobrevivió milagrosamente a un intento de asesinato.
Dmitri se hizo con el trono de Moscú durante el “periodo tumultuoso”, gracias a la ayuda de la Mancomunidad Polaco-Lituana. Fue coronado como zar y gobernó durante aproximadamente un año antes de ser ejecutado por el pueblo de Moscú por su fraude.
Vasili IV Shuiski (1606-1610)
El último Riúrik en el trono ruso, Vasili Shuiski (1552-1612), se convirtió en el zar después del levantamiento contra el falso Dmitri I, que el propio Vasili alentó.
Sin embargo, Shuiski no gozaba de la confianza de la población rusa. No pudo frenar los continuos levantamientos y, en 1610, fue depuesto por los boyardos de Moscú y forzado a convertirse en monje; murió dos años después como prisionero en Polonia.
Mijaíl Fiódorovich (1613-1645)
El primer zar de la dinastía Romanov, Mijaíl Fiodorovich (1596-1645), fue elegido zar por el Zemski Sobor (la asamblea popular) de 1613. Durante su reinado, el zarismo moscovita se recuperó tras el desastroso “periodo tumultuoso”.
Alexéi Mijáilovich (1645-1676)
El segundo Romanov, Alexéi Mijáilovich (1629-1676), fomentó el comercio y la cooperación de Rusia con Europa e invitó a militares e ingenieros europeos a Rusia. Introdujo el Código del Consejo (Sobornoie Ulozhenie) de 1649 y fue el padre de Pedro el Grande.
Fiódor Alekséievich (1676-1682)
El hijo de Alexéi Mijáilovich, Fiódor (1661-1682), heredó el trono pero tenía una salud débil y pasaba la mayor parte del tiempo en la cama. Durante su corto reinado, se realizó un censo de población y se revisó y evaluó el ejército ruso.
Pedro I e Iván V (1682-1689)
Tras la muerte de Fiódor, Rusia fue gobernada por dos zares a la vez: Pedro (1672-1725) y su hermanastro Iván V (1666-1696), bajo la regencia de su hermana mayor Sofía.
Pedro el Grande (1689-1725)
En 1689, el zar Pedro (1672-1725) puso fin al reinado conjunto de él y su hermano bajo la regencia de Sofía y comenzó a gobernar el país como zar de pleno derecho.
Pedro introdujo algunas de las mayores reformas de la historia rusa: en política, economía, cultura, etc. Convirtió a Rusia en una superpotencia militar europea al derrotar a Suecia en la Gran Guerra del Norte (1700-1721). Después, Rusia fue proclamada Imperio y Pedro se convirtió en el primer emperador ruso.
Catalina I (1725-1727)
La ley de sucesión de Pedro el Grande establecía que el soberano debía elegir a su sucesor antes de su propia muerte. Sin embargo, cuando Pedro el Grande murió, no especificó un sucesor.
Su esposa, la emperatriz Catalina I (1684-1727), fue puesta en el trono por un grupo de estadistas de alto rango dirigidos por Alexánder Ménshikov, antiguo ayudante y amigo de Pedro. Sin embargo, Catalina no controlaba la política: Ménshikov era, de hecho, el gobernante ruso durante esta época.
Pedro II (1727-1730)
El nieto de Pedro el Grande, Pedro II (1715-1730), subió al trono cuando sólo tenía 11 años y murió a los 14 de viruela.
Pedro no tuvo tiempo de interesarse por los asuntos del Estado y no gobernó de forma independiente: en su lugar, el Estado era controlado por los estadistas en Consejo Privado Supremo.
Anna Ioannovna (1730-1740)
Ana (1693-1740) era la hija de Iván V, hermanastro de Pedro el Grande. Tras la muerte de Pedro II, el Supremo Consejo Privado invitó a Ana a convertirse en soberana, con ciertas restricciones de su poder. Sin embargo, tras ser coronada, Ana disolvió el Consejo Privado Supremo y comenzó a gobernar de forma independiente.
Su firme postura política y su inteligente gestión ayudaron a Rusia a mantenerse firme frente al Imperio Otomano en la guerra de 1735-1739. Su reinado también fue famoso por las brutales diversiones rústicas que introdujo en la corte rusa: Ana era aficionada al tiro, y en una ocasión ordenó que se celebrara una boda de bufones en un palacio de hielo.
Iván VI (1740-1741)
Cuando Ana murió, dejó el trono a Iván VI (1740-1764), un hijo de un año de su sobrina Ana Leopoldovna (1718-1746), que se convirtió en regente de Rusia.
Iván VI “gobernó” durante menos de un año, antes de ser depuesto por Isabel, hija de Pedro el Grande. Iván pasó el resto de su vida detenido y murió durante un intento de huir de su celda.
Isabel Petrovna (1741-1761)
Hija de Pedro el Grande, Isabel (1709-1762) fue la última rusa en el trono ruso. Sus 20 años de reinado son famosos por el éxito de su política exterior (Rusia se mantuvo firme en las guerras contra Suecia y en la Guerra de los Siete Años), el desarrollo de las artes y las ciencias y por aumentar aún más las cargas fiscales de la población.
Pedro III (1761-1762)
Pedro III (1728-1762) era nieto de Pedro el Grande y el siguiente en la línea de sucesión al trono después de Isabel. Vivió en Rusia desde 1742. Solo gobernó medio año, de diciembre de 1761 a junio de 1762, antes de ser depuesto por su esposa, Catalina. Pedro III fue asesinado poco después del golpe de estado.
Catalina la Grande (1762-1796)
Catalina II (1729-1796) se hizo con el título de “la Grande” por muchas razones: desde la expansión territorial del Imperio hasta el desarrollo político y la proliferación de las ciencias, que Catalina fomentó. Sin embargo, tomó grandes préstamos de los estados europeos y, al final de su reinado, el Imperio quedó con una enorme deuda externa.
Pablo I (1796-1801)
Pablo, hijo de Catalina y Pedro III, se convirtió en emperador de Rusia a los 42 años tras la muerte de su madre. Durante su corto reinado, inició muchas reformas importantes en el ámbito militar y en la política rusa. Fue asesinado en un golpe de Estado llevado a cabo por un grupo de estadistas de alto rango que estaban en contra de la política interior y exterior de Pablo.
Alejandro I (1801-1825)
El reinado de Alejandro estuvo marcado por el desarrollo de la cultura y las artes, por un lado, y por otro, por la Guerra Patria de 1812. Rusia derrotó al Gran Ejército de Francia, dirigido por Napoleón Bonaparte, que invadió sus fronteras y llegó a conquistar Moscú.
Alejandro murió repentinamente en 1825 en la ciudad de Taganrog, en el sur de Rusia. Después, el 14 de diciembre de 1825 se produjo un intento de golpe de estado conocido como la Revuelta de los Decembristas, dirigido por un grupo de militares aristócratas. Pero Nicolás I, el siguiente emperador, reprimió la revuelta utilizando la fuerza militar.
Nicolás I (1825-1855)
Nicolás I (1796-1855), tercer hijo de Pablo I, dio inicio a la construcción del ferrocarril en Rusia, lo que impulsó enormemente su industrialización. La codificación de las leyes rusas y una reforma financiera fueron algunos de los éxitos de su reinado, pero la fuerte corrupción en el ejército acabó llevando a Rusia a perder la Guerra de Crimea de 1853-1856. Nicolás I murió antes de que terminara la guerra.
Alejandro II (1855-1881)
El hijo de Nicolás I, Alejandro II (1818-1881), inició importantes reformas en Rusia que incluyeron la emancipación campesina de 1861, una reforma militar integral, la introducción de nuevos tipos de entidades autónomas y mucho más.
Sin embargo, la emancipación de los siervos trajo consigo una alteración social y surgieron grupos terroristas. Hubo cinco intentos de atentar contra la vida del emperador Alejandro y el sexto fue fatal: el 1 de marzo de 1881, el emperador fue asesinado por un terrorista.
Alejandro III (1881-1894)
El reinado de Alejandro III (1845-1894), hijo de Alejandro II, fue famoso por su carácter pacífico: bajo Alejandro III, Rusia no participó en ninguna guerra. Su política interior, por su parte, fue estrictamente conservadora. Pero aun así, la policía estatal y los órganos de inteligencia no pudieron reprimir las actividades revolucionarias que ya estaban en marcha en la sociedad rusa.
Lenin y Stalin, los futuros fundadores de la URSS, comenzaron sus actividades revolucionarias durante el reinado de Alejandro III.
Nicolás II (1894-1917)
Nicolás II (1868-1918) fue el último emperador ruso. Su política no tuvo éxito y condujo a la Revolución de 1905, que sacudió masivamente a la sociedad rusa. Tras la Revolución, se creó la Duma Estatal, el primer parlamento oficial, pero no cambió el curso de los acontecimientos.
En 1917, tres años después de entrar en la Primera Guerra Mundial, el Imperio Ruso dejó de existir después de que Nicolás II abdicara del trono. Nicolás y su familia fueron posteriormente asesinados en Ekaterimburgo por los bolcheviques.
Entre la caída del Imperio Ruso en 1917 y la fundación de la República Soviética Federativa Socialista Rusa en 1918, Rusia no tuvo un líder formal.
Alexánder Kerenski (1881-1970), ministro-presidente del Gobierno Provisional de Rusia, actuó temporalmente como líder informal del país, pero su gobierno fue derrocado el 7 de noviembre (25 de octubre, según el calendario juliano) de 1917 por los bolcheviques en la Revolución de Octubre
Vladímir Lenin (1918-1924)
Vladimir Lenin (1870-1924), líder y creador del partido bolchevique (Partido Socialista-Demócrata Obrero Ruso), tomó el poder en Rusia en 1918. Se convirtió en el líder del Estado como presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo, el gobierno de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia y, a partir de 1922, el gobierno de la URSS. La URSS era el nuevo estado federativo socialista que comprendía la mayor parte de los antiguos territorios del Imperio Ruso. Vladímir Lenin murió en 1924 tras contraer una enfermedad cerebral.
Iósif Stalin (1924-1953)
Nacido con el nombre de Iósif Dzhugashvili (1878-1953) en Gori (Georgia), Stalin se unió al movimiento revolucionario desde muy joven: organizó huelgas obreras, fue perseguido por la policía zarista y pasó un tiempo en el exilio. En 1917 era uno de los ayudantes más cercanos de Vladímir Lenin y miembro del Comité Central del recién creado partido bolchevique.
Tras la muerte de Lenin, Stalin fue concentrando poco a poco todo el poder de Rusia en sus manos, convirtiéndose en Secretario General del Comité Central del Partido Comunista de la URSS y Presidente del Consejo de Ministros de la URSS. Con este estatus, ejerció un poder ilimitado y, de hecho, gobernó en solitario la URSS hasta su muerte en 1953.
Su gobierno estuvo marcado por duras represiones contra la élite gobernante y también contra la gente común. Al mismo tiempo, estaban en vigor las políticas de los planes quinquenales y la colectivización, que cambiaron irreversiblemente a Rusia y su economía.
Gueorgui Malenkov (1953-1955)
Gueorgui Malenkov (1901-1988) fue el sucesor de Stalin en el cargo de Presidente del Consejo de Ministros de la URSS, pero pronto fue depuesto por un grupo del partido dirigido por Nikita Jrushchov, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética.
Nikita Jrushchov (1953-1964)
Después de que en 1955 Gueorgui Málenkov fuera depuesto de todos los cargos del gobierno y exiliado, Nikita Jrushchov (1894-1971) se convirtió en el líder de la URSS. En 1956, denunció el llamado “culto a la personalidad de Stalin”, lo que llevó a derribar muchos monumentos del anterior mandatario en toda la URSS y a la liberalización temporal de las políticas internas conocida como “el deshielo” (Ottepel). Jrushchov fue depuesto en 1964 por un grupo del Partido bajo el mando de Leonid Brézhnev.
Leonid Brézhnev (1964-1982)
La época de Leonid Brézhnev (1906-1982) fue conocida como el “Periodo del Estancamiento”, o “Zastói” en ruso. La Guerra Fría estaba en pleno apogeo, lo que provocó un bloqueo cultural entre los países del Pacto de Varsovia y los de Europa Occidental. Dentro de la URSS, la gente luchaba contra la desigualdad económica y la opresión ideológica: las autoridades prohibían todo lo que no se ajustaba a la ideología comunista, incluida la literatura, el cine y la música extranjeros.
Se rumorea que Leonid Brézhnev gobernó el país hasta su senilidad. Durante sus últimos años, tuvo problemas para hablar y coordinar sus movimientos, posiblemente debido a una fuerte medicación.
Yuri Andrópov (1982-1984)
El tiempo relativamente corto de Yuri Andropov (1914-1984) como Secretario General del Comité Central del PCUS estuvo marcado por una feroz rivalidad interna dentro del Partido Comunista. Andrópov enfermó de forma terminal a los cinco meses de ocupar el cargo y no tuvo tiempo de dejar huella.
Konstantín Chernenko (1984-1985)
El siguiente Secretario General, Konstantín Chernenko (1911-1985), pasó la mayor parte de su mandato en el hospital.
Mijaíl Gorbachov (1985-1991)
Mijaíl Gorbachov (nacido en 1931), el siguiente Secretario General después de Chernenko, propuso la “glasnost" ("apertura") y "perestroika" ("reconstrucción"), llamados a reformar el clima político y social de la URSS. Sin embargo, los problemas económicos internos de la URSS eran tan críticos en ese momento que ya no podía mantener la unidad y la estabilidad.
En 1990-1991, la URSS se disolvió y muchas antiguas repúblicas declararon su independencia. En 1990-1991, Mijaíl Gorbachov fue el único presidente de la URSS, en un intento de cambiar el sistema político para mantener la Unión intacta. Finalmente, la URSS se disolvió y se creó la Federación Rusa.
Borís Yeltsin (1991-1999)
En 1991 Borís Yeltsin (1931-2007), que anteriormente era un alto funcionario del Partido Comunista de la Unión Soviética, se convirtió en el primer Presidente de la Federación Rusa. Fue el autor de muchas reformas útiles y controvertidas que conformaron el clima de la Rusia postsoviética. Dimitió de su cargo el 31 de diciembre de 1999 y le sucedió su sucesor elegido, el Primer Ministro Vladímir Putin.
Vladímir Putin (1999-2000 como Presidente en funciones, 2000-2008 como Presidente)
Vladímir Putin (nacido en 1952), que ya había sido Primer Ministro durante el último año de mandato de Borís Yeltsin, se convirtió el 31 de diciembre de 1999 en Presidente interino de Rusia. El 26 de marzo de 2000, Vladímir Putin fue elegido Presidente de Rusia. Fue reelegido para la presidencia en 2004, cumpliendo cuatro años más en su segundo mandato.
Dmitri Medvédev (2008-2012)
Dmitri Medvedev (nacido en 1965) fue elegido Presidente de Rusia en 2008, sucediendo a Vladímir Putin. Su mandato estuvo marcado por el desarrollo económico y, al mismo tiempo, por la crisis financiera y la recesión.
Vladímir Putin (2012-presente)
Vladímir Putin fue reelegido como presidente ruso en 2012, sucediendo a Dmitri Medvédev. En 2018, volvió a ser reelegido para cumplir su cuarto mandato como presidente de Rusia.
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