Cómo una joven rusa se convirtió en heroína de dos guerras mundiales

Russia Beyond (Foto: Dominio público)
Kira Bashkírova fue enviada a casa desde el frente en numerosas ocasiones. Pero esto no impidió que la valiente joven volviera a la batalla una y otra vez.

Durante la Segunda Guerra Mundial, la sociedad opinaba en gran medida que el frente no era lugar para una mujer. Podían convertirse en hermanas de la misericordia y cuidar de los heridos en la retaguardia, pero rara vez se les permitía participar en el frente.

Sin embargo, no todas las mujeres estaban dispuestas a tolerar esta situación. Ansiaban tener la oportunidad de luchar contra el enemigo y no pasar la guerra en los hospitales. A veces, no había más remedio que recurrir a ligeras manipulaciones.

Voluntario Nikolái Popov

Vilno

Kira Bashkírova, de 16 años, vivió el comienzo de la guerra en Vilno (actual Vilnius), donde estaba matriculada en la academia femenina local. Sabiendo que nunca le permitirían ir al frente, Kira optó por colarse en este.

Tras cortarse las trenzas y vender una parte de sus pertenencias, tuvo suficiente dinero para comprar un uniforme de soldado. Entonces cogió el carné de estudiante de su primo Nikolái Popov y se dirigió a Lodza, donde estaba destinado el 88º Regimiento de Infantería Petrovski. El disfraz funcionó y Bashkírova fue reclutada como voluntaria.

Oficiales del 88º Regimiento de Infantería Petrovski, 1911

“Nikolái” luchó valientemente y participó con frecuencia en misiones de reconocimiento. En el transcurso de una de estas salidas nocturnas, la joven consiguió incluso lucirse y recibir la Cruz de San Jorge de 4ª clase. Además, consiguió vencer a un soldado enemigo ella sola, ya que su compañero estaba herido y no podía ayudarla.

Durante mucho tiempo, Kira se las arregló para ocultar su identidad: se duchaba separada del resto, aprendió a hablar con voz masculina e hizo todo lo posible por pasar desapercibida. Lo reveló todo a sus seres queridos en cartas y a la familia no le quedó más remedio que aceptar con la elección de la chica.

Kira Bashkírova.

La verdad salió finalmente a la luz cuando Kira fue hospitalizada debido a una enfermedad. El mando, conmocionado, ordenó rápidamente enviarla de vuelta a la retaguardia. Sin embargo, no le quitaron la condecoración militar e incluso añadieron una carta de agradecimiento por su servicio.

Parecería que el servicio militar había quedado atrás para Kira en este momento. Sin embargo, ella no pensaba rendirse tan fácilmente. “La valiente joven no regresó a casa, sino que, haciéndose pasar por Nikolaí Popov, se alistó como voluntaria en una nueva unidad, donde fue herida mientras se enfrentaba al enemigo y enviada a uno de los hospitales”, escribió la revista Zadushevnoe Pismo sobre las hazañas de la heroína en 1915.

Después de que se descubriera de nuevo su condición de mujer y fuera enviada a casa, Bashkírova respondió escribiendo una solicitud oficial para reincorporarse al combate, utilizando su propio nombre. Para su inmensa alegría, su petición fue aceptada y, hasta octubre de 1917, luchó, legalmente, con el 30º Regimiento de Infantería de Siberia.

De nuevo, la guerra

Un hospital soviético durante la Segunda Guerra Mundial.

Una vez finalizada la Primera Guerra Mundial, Kira se olvidó durante muchos años del ejército, centrándose en cambio en el trabajo con niños huérfanos y creando un orfanato en Poltava, Ucrania.

Cuando la Alemania nazi atacó la URSS en el verano de 1941, Bashkírova (para entonces ya casada y con el apellido de Lopatina) se dirigió de nuevo a la guerra. Como madre de dos hijos, Kira Alexándrovna, de 40 años, optó por no repetir algunas de sus hazañas juveniles más atrevidas, pero aun así acabó contribuyendo a la victoria.

En su papel de enfermera jefe en el hospital militar de Múrmansk, atendió a los soldados heridos, recibiendo a menudo los peores casos. A menudo asistía a los cirujanos durante las operaciones en medio de un ataque aéreo de los alemanes.

El servicio y la abnegación de Kira Lopatina fueron reconocidos por el mando. Fue galardonada con las medallas “Por el servicio en combate” y “Por la defensa de Zapoliarie”.

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