Chernóbil es la catástrofe nuclear más tristemente célebre de la URSS, pero hubo otras similares que ocurrieron incluso antes. Una de ellas tuvo lugar en 1970 en la planta de Krásnoe Sormovo en Gorki (actual Nizhni Nóvgorod, a 400 km al noreste de Moscú).
En la época soviética, Krásnoe Sormovo era una fábrica de acceso restringido, en la que se suponía que se construían motonaves civiles, barcazas y petroleros. Pero, en realidad, la fábrica construía muchas embarcaciones militares, incluidos submarinos nucleares. El domingo 18 de enero de 1970, se estaba trabajando en tres de ellos: el K-320 'Skat' (Stingray), el K-302 Som y el K-308 Syomga. Los especialistas tenían que terminar al menos uno costara lo que costara, antes del 22 de abril -el centenario del nacimiento de Vladímir Lenin. Pasaron fines de semana trabajando y tenían previsto hacer una cosa importante esa mañana: comprobar si el circuito de refrigerante primario podía soportar la presión de funcionamiento de 250 atmósferas. El reactor en sí no tenía que estar encendido. El turno que había trabajado el día anterior había dejado los tapones de plástico en la tapa del circuito. Había que cambiarlos por otros de metal para que tuvieran una capacidad de sellado total, pero los trabajadores no lo sabían y comenzaron la prueba.
Los trabajadores de 'Krasnoe Sormovo', años 30
Museo-reserva histórico-arquitectónico estatal de Nizhni NóvgorodCuando la presión aumentó un poco, los débiles tapones de plástico salieron volando. Esto provocó una brusca caída de la presión del agua de refrigeración dentro del circuito y las barras de grafito del reactor comenzaron a desplazarse. Se inició entonces una reacción nuclear que pronto alcanzó su máxima fuerza. La temperatura aumentó y convirtió parte del agua en vapor radiactivo. Quince minutos después se produjo una fuerte explosión térmica que hizo que la escotilla del reactor saliera disparada y abriera un agujero en el techo de la sección de la planta. La escotilla se encontró a unos kilómetros de distancia en primavera, meses después, cuando la nieve finalmente se derritió. Parte del uranio se filtró del reactor creando una nube de vapor de 60 metros de altura que se elevó tras la explosión. Vitali Voitenko, que participó en los trabajos de limpieza, recordó que el aire estaba quieto y el día era tan frío como -40°C, por lo que todo el vapor sucio se hundió en el territorio de Krásnoe Sormovo y no se extendió más.
Los trabajadores de la fábrica, al principio, no se tomaron en serio la situación: prácticamente nadie sabía lo que había pasado realmente. Nina Zolina, que trabajaba en la fábrica como pintora, recordaba que a su equipo le dijeron que abandonara su puesto de trabajo, porque una tubería de agua caliente había reventado. Los militares tomaron rápidamente el control de la situación: una base cercana había enviado unas horas antes del accidente una brigada de técnicos de control de dosis dirigida por Valentín Dneprovski. Solo ellos llevaban trajes de protección química. El propio Dneprovski midió el nivel de radiactividad en todo el submarino, a pesar del riesgo. Luego, seis especialistas que trabajaban con el Skat en el momento de la explosión, fueron limpiados de la radiación y enviados a un hospital de Moscú. Tres de ellos murieron allí. Sus certificados médicos dicen que tuvieron varias complicaciones causadas por los rayos gamma y beta.
Uno de los primeros submarinos diesel construidos en "Krasnoe Sormovo", 1938
N. Lufchan / Archivo de documentación audiovisual de la región de Nizhni NóvgorodLa gente aún no sabía qué hacer: el lunes, un académico llamado Anatoli Alexandrov se dio cuenta de que la puerta de la sección afectada estaba abierta por error. Después, la nieve sucia en el territorio se descongeló en apenas una semana, cuando todo el mundo se dio cuenta por fin de que esparcía radionúclidos. El martes, un grupo de 18 voluntarios entró en la sección para despejar el camino hacia el Skat y mostrar a otros especialistas un ejemplo. Funcionó: los días siguientes el número de limpiadores aumentó a 1.000. Todos trabajaron durante 2-4 horas bajo la supervisión del equipo de control de dosis. Los limpiadores utilizaron formas sencillas de lavar la radiación. Cogieron fregonas y trozos de tela para lavar el polvo radiactivo. Los trabajadores se deshacían del agua sucia vertiéndola en el río Volga. En aquella época, la radiación no se investigaba tan bien como ahora. Por ejemplo, se creía que el alcohol ayudaba a reducir las lesiones provocadas por los rayos. Voytenko recordaba que el alcohol estaba por todas partes en la fábrica y que causaba mucho desorden, porque la gente a menudo se emborrachaba terriblemente e incluso a veces moría por ello.
Construcción de Skat en Krásnoe Sormovo
Nikolái Moshkov/TASSA pesar de la catástrofe, la fábrica de Krásnoe Sormovo continuó su producción y todavía tenía que sacar a flote un submarino en el centenario del nacimiento de Vladímir Lenin, por lo que los encargados de la limpieza tuvieron que trabajar rápidamente para que la construcción pudiera terminar. Parece increíble, pero lograron cumplir esta tarea y sacaron a flote el submarino K-308 para la fecha de la celebración. Más tarde, en julio, la planta completó la construcción del K-302. El K-320 Skat, el que explotó, tardó mucho más tiempo. Se limpió a fondo, se le puso un nuevo reactor y se terminó en 1971. Sirvió a la flota soviética hasta abril de 1990.
Como muchas tragedias soviéticas, la explosión de Krásnoe Sormovo se convirtió inmediatamente en alto secreto. Todos los testigos y limpiadores tuvieron que firmar documentos de confidencialidad, que estuvieron en vigor hasta 1995. Los periódicos no escribieron nada sobre la catástrofe e incluso los habitantes de Gorki no sabían la verdad sobre el desastre. Para evitar que la gente se contagiara de la radiación del Volga contaminado, la administración de la ciudad prohibió nadar en el río ese año. Las autoridades dijeron que las aguas eran peligrosas, debido a un brote de cólera que realmente había comenzado ese año en Georgia y que llegó al Volga a través de Astracán (1.270 kilómetros al sureste de Moscú). Sin embargo, no hay documentos que demuestren que el brote llegó realmente a Gorki. Y nadie sabe cuántas personas recibieron dosis de radiación ignorando la prohibición de bañarse.
El buque Mustai Karim en la planta de Krasnoe Sormovo en Nizhni Nóvgorod, 2019.
Mijaíl SoluninEl secretismo también afectó a los limpiadores. Cuando algunos de ellos cayeron gravemente enfermos, los médicos no pudieron darles el diagnóstico de enfermedad por radiación. Además, no fueron reconocidos oficialmente hasta 1996. Cuando su responsabilidad de no divulgación expiró, solicitaron a la administración local de Nizhni Nóvgorod que les diera el estatus oficial de trabajadores de limpieza a nivel regional. Más tarde, se decidió conmemorar el 18 de enero como Día del Trabajador de la Limpieza. Empezaron a cobrar 2.000 rublos (unos 27 dólares) anuales de la planta Krásnoe Sormovo. Y, en 2021, menos de 200 de ellos siguen vivos, ya que muchos trabajadores murieron de enfermedades por radiación y cáncer. Incluso hoy en día, siguen sin tener un estatus federal ni ninguna condecoración estatal.
LEE MÁS: 3 ocasiones en las que la Unión Soviética estuvo al borde del más absoluto desastre
La ley de derechos de autor de la Federación de Rusia prohíbe estrictamente copiar completa o parcialmente los materiales de Russia Beyond sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original.
Suscríbete
a nuestro boletín
Reciba en su buzón el boletín informativo con los mejores artículos sobre Rusia: