La historia de su aparición está relacionada con la gira de la bailarina rusa Anna Pávlova por Nueva Zelanda y Australia en 1926. Para entonces, ya había conseguido interpretar papeles principales en los ballets La Bayadere, Giselle y El lago de los cisnes, al tiempo que se hacía famosa en la miniatura coreográfica El cisne (más tarde se rebautizó como El cisne moribundo).
Durante su gira por Nueva Zelanda, el pastelero de un hotel de Wellington se sintió tan inspirado por los vaporosos trajes de la bailarina que decidió plasmarlos en un nuevo postre “blanco como la nieve”.
Según otra versión, en 1935, ya después de la muerte de la bailarina, un pastelero australiano llamado Bert Sachet inventó un nuevo pastel “tan vaporoso como la bailarina Pávlova”. Y el nombre se quedó con la tarta. Desde entonces, pasteleros de todo el mundo han intentado reproducir a su manera la gracia y ligereza de la bailarina. Los expertos cuentan más de 600 variaciones diferentes del postre Pávlova.
Síguenos en nuestro canal de Telegram: https://t.me/russiabeyondes
LEE MÁS: ‘Pávlovas bebé’: un postre para las fiestas de verano, delicioso y fácil de preparar
La ley de derechos de autor de la Federación de Rusia prohíbe estrictamente copiar completa o parcialmente los materiales de Russia Beyond sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original.
Suscríbete
a nuestro boletín
Reciba en su buzón el boletín informativo con los mejores artículos sobre Rusia: