El camino de Lenin hacia la revolución socialista

Lenin pronuncia un discurso en la Plaza Roja de Moscú con motivo de la inauguración de un monumento temporal a Stepán Razin, 1 de mayo de 1919.

Lenin pronuncia un discurso en la Plaza Roja de Moscú con motivo de la inauguración de un monumento temporal a Stepán Razin, 1 de mayo de 1919.

Dominio público
Frente a la monumental tarea de edificar un socialismo que satisficiera las necesidades de la población, Lenin promovió políticas económicas innovadoras en favor del desarrollo comercial, industrial y económico de una Rusia que se había rezagado en el feudalismo.

Vladímir Ilich Uliánov, conocido como Lenin, nació el 22 de abril de 1870. Su padre, Iliá Nikoláievich Uliánov, desempeñó el papel de profesor en varias ciudades rusas, estableciéndose en Simbirsk poco antes del nacimiento de Vladímir. 

La casa en la que nació Vladímir Uliánov.

El ambiente familiar de los Uliánov fue propicio para que los hijos del matrimonio cursaran carreras universitarias. El mayor, Alexánder Uliánov, se graduó en Ciencias Naturales por la Universidad de San Petersburgo; el menor, Dmitri Uliánov, obtuvo su título en Medicina en la Universidad de Tartu, mientras que Vladímir, el del medio, se graduó en Derecho por la Universidad de San Petersburgo. Las ideas progresistas de la familia Uliánov se extendían al ámbito político, ya que el padre apoyaba la reforma impulsada por el zar Alejandro II para abolir la servidumbre del campesinado ruso, inculcando en sus hijos un interés por la política y el desarrollo de Rusia.

Vladímir Uliánov, de 4 años, junto a su hermana Olga. Simbirsk, 1874.

Durante las décadas de 1870 y 1880, las principales expresiones revolucionarias en Rusia fueron encabezadas por el anarquismo en el terreno ideológico y por el terrorismo individual en la práctica. Tales manifestaciones respondían a un sistema feudal decadente, incapaz de resolver los problemas de su población, y a una burguesía poco desarrollada que no jugaba un papel relevante en el plano político y, por tanto, no representaba un aliado fuerte para la clase trabajadora; incapaz de construir una base social de apoyo para sus planteamientos sociales, la avanzada intelectual revolucionaria, en buena parte estudiantes, renunció a la propaganda revolucionaria entre los campesinos y se decidió por las acciones terroristas como medio principal de lucha.

Del anarquismo al marxismo

El terrorismo ruso tuvo su punto álgido cuando el grupo Voluntad del Pueblo asesinó al zar Alejandro II en 1881. Después de este hecho, el terrorismo inició su decadencia, pues la represión estatal se volvió más descarnada e imposible de resistir desde la individualidad, la organización espontánea y los actos emocionales que ponían en segundo término a la clase obrera. Alejandro III, sucesor de Alejandro II, dejó claro que tendría un combate abierto contra toda postura que pretendiera hacer tambalear el aparato estatal.

El carruaje del zar Alejandro II después de la explosión.

Aleksandr Uliánov, hermano mayor de Lenin, se erigió como integrante de Voluntad del Pueblo, participando activamente en un intento de asesinar al zar Alejandro III en 1887. Tras el fracaso de la misión, enfrentó la sentencia de horca y murió ese mismo año. Las constantes derrotas de los anarquistas a manos del zarismo, el recrudecimiento de la autocracia zarista y el crecimiento de la clase obrera rusa con sus crecientes inconformidades, señalaron la necesidad de transformar la práctica política para perpetrar la revolución en Rusia. Este cambio también destacó la importancia de dirigir las fuerzas de la acción revolucionaria hacia la nueva clase social que mejor condensaba las contradicciones de la sociedad emergente: el proletariado.

Este viraje de enfoque hacia los obreros fue acompañado por una transformación en la teoría revolucionaria, pasando del anarquismo al marxismo. Gueorgui Plejánov, destacado socialdemócrata ruso y fundador del Grupo Emancipación del Trabajo, fue el primero en observar el potencial del marxismo para explicar la situación rusa y ofrecer pautas para su transformación. Sin embargo, este cambio teórico no se produjo de manera automática; pasaron varios años antes de que los marxistas adquirieran relevancia en el panorama político ruso. Todos los miembros del Grupo Emancipación del Trabajo vivían en el exilio, lo que les impidió participar activamente en la organización de la revolución hasta casi una década después de su fundación, en 1894. Fue en ese año cuando Lenin los buscó para colaborar en la publicación de un periódico marxista con la Unión de Lucha por la Emancipación de la Clase Obrera de San Petersburgo.

Propuestas y acciones de Lenin 

Vladímir Uliaánov, graduado del gymnasium de Simbirsk, 1887.

En 1887, Lenin ingresó en la Universidad de Kazán, donde se contactó con los grupos revolucionarios activos en su seno. Tras participar en una manifestación ese mismo año, fue expulsado de la institución académica. Es en este período de su vida cuando Lenin se familiarizó con el marxismo a través de los círculos organizados por Nikolái Fedoséiev. Rechazado por la Universidad de Kazán para completar sus estudios, Lenin se presentó a los exámenes de grado en la Universidad de San Petersburgo, los aprobó y ejerció como abogado en Samara. En 1893 se trasladó a San Petersburgo y dio inicio a su actividad revolucionaria con los círculos obreros de la capital.

La década de 1890 resultó fundamental en la formación de Lenin como revolucionario, ya que no sólo desempeñó un papel destacado en la creación de círculos obreros en San Petersburgo y Moscú, sino también dedicó estos años a la redacción de obras significativas como Quiénes son los amigos del pueblo y cómo luchan contra la socialdemocracia El contenido económico del populismo y su crítica en el libro del señor Struve.

En estas obras, Lenin distingue claramente el marxismo revolucionario del marxismo legal, revelando las limitaciones revolucionarias de este último y su papel como un caballo de Troya contra el marxismo revolucionario.

Lenin escribe ¿Qué hacer? Problemas candentes de nuestro movimiento, en 1902. Específicamente, propone la creación de un partido revolucionario que supere el espionaje del zarismo y las detenciones constantes, que obstaculizan el progreso del movimiento. Además, aboga por un periódico para toda Rusia que no sólo informe sobre la visión del partido respecto a los problemas fundamentales del contexto político, sino que también sirva como canal para las inquietudes de los militantes.

La conformación de un partido revolucionario ya había experimentado cierto avance; en 1898 se fundó el Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia (POSDR), integrando importantes organizaciones de diversos orígenes, sentando las bases para la construcción de un partido nacional. En 1900, Lenin propuso la creación de Iskra (La chispa), el periódico nacional del partido, que contaba con la participación de destacados líderes como Lenin, Plejánov, Axelrod, Mártov, Zasúlich y Potresov en su primer Comité de Redacción. Desde Iskra, se combatieron las posturas del economicismo y el anarquismo, difundiendo una concepción de la revolución propiamente alineada con la teoría marxista.

El POSDR, a pesar de su existencia formal, aún no ejercía una influencia generalizada y contundente en la vida política y revolucionaria de Rusia. En 1903, el II Congreso del Partido se llevó a cabo originalmente en Bruselas, pero por la persecución zarista se trasladó a Londres.

La llegada a San Petersburgo

En 1905, mientras Lenin se dirigía a la biblioteca de la Sociedad Ginebrina, en Suiza, recibió la noticia de que la revolución había estallado en Rusia. Sorprendentemente, esta manifestación no fue liderada por ningún grupo del POSDR, sino por un sacerdote ortodoxo, el padre Gapón. A pesar del derramamiento de sangre, la Revolución de 1905 logró establecer en Rusia una monarquía constitucional mediante la creación de la Duma.

A pesar de los éxitos de 1905, el ambiente todavía no era propicio para que los revolucionarios ejercieran libremente su labor en Rusia, por lo que Lenin continuó viviendo en el exilio. 

El año 1917 se inauguró con el eco de una huelga en San Petersburgo, seguida de manifestaciones significativas, entre ellas, la huelga del 22 de febrero liderada por los trabajadores de la fábrica de armas “Putílov”. Estas protestas culminaron con la abolición del zarismo y el establecimiento de un gobierno provisional. Ante la indecisión de sus camaradas, Lenin, vislumbrando con desesperación los titubeos de sus compañeros, se trasladó a San Petersburgo. Ya en marzo de 1917, Lenin sostenía la necesidad de desconocer al gobierno provisional, abogando por que fueran los representantes populares en la Duma quienes dirigieran el país. A su llegada a San Petersburgo, el tres de abril de 1917, redactó con celeridad las Tesis de abril, que publicó al día siguiente. En este documento, Lenin argumentó que las condiciones para que el pueblo tomara el poder estaban dadas a través de los soviets que ya participaban en la Duma.

Construyendo el socialismo 

Trotski, Lenin y Kámenev, 1919.

Con la revolución triunfante, Lenin, quien había percibido con claridad el momento revolucionario y se dispuso a abordarlo con mayor convicción, junto con los bolcheviques, se enfrentaron a nuevos desafíos. La Primera Guerra Mundial aún no había concluido, y todas las potencias beligerantes se unieron en una cruzada contra el nuevo Estado socialista ruso. Para contrarrestar esta ofensiva extranjera y la contrarrevolución interna, Trotski y Lenin impulsaron la formación del Ejército Rojo, que logró defender la revolución socialista. Frente a la monumental tarea de edificar un socialismo que satisficiera las necesidades de la población, Lenin promovió políticas económicas innovadoras en favor del desarrollo comercial, industrial y económico de una Rusia que se había rezagado en el feudalismo.

El 30 de agosto de 1918, Lenin sufrió un intento de asesinato, recibiendo tres balas. Aunque logró sobrevivir, su salud se vio gravemente afectada. Finalmente, su deceso aconteció el 21 de enero de 1924, dejando como legado un desarrollo teórico significativo del marxismo como teoría para la revolución y la demostración palpable de que la revolución socialista es una posibilidad real.

El texto se publicó originalmente en Buzos de la noticia con el titular Lenin: vida y contexto. Russia Beyond te ofrece su versión reducida. 

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