“La idea nacional es el feminismo”, rezaba la pancarta que varias mujeres desplegaron junto a las murallas del Kremlin en una manifestación de protesta celebrada el pasado 8 de marzo. La imagen se hizo viral y rápidamente se propagó por las redes sociales. En realidad nadie había colocado allí esa pancarta.
Al día siguiente se supo que la imagen era un montaje hecho con Photoshop. Como admitieron las propias activistas que se manifestaron en el Kremlin y los Jardines Alexandrovski, sus descuidadas compañeras incluyeron en el archivo común unas fotografías falsas que tomaron por auténticas. Esta fea historia no solo estropeó la impresión causada por la protesta, sino que también demostró que es imposible irrumpir en una torre del Kremlin así como así.
круто, конечно
— Feldman (@EvgenyFeldman) 8 марта 2017 г.
(автора фото не знаю, пришло в анонимной рассылке) pic.twitter.com/voo6InfX58
Uno de los primeros en dudar de la autenticidad de la fotografía en la torre del Kremlin fue el fotógrafo y bloguero Ilyá Varlámov, muy popular en Rusia. “Me resulta difícil imaginarme que alguien pudiera hacer algo así, teniendo en cuenta el nivel de seguridad que hay en el Kremlin”, escribió Varlámov, recordando su propia experiencia en la fortaleza (le dejaron recorrer su interior en 2011).
“Todo está lleno de sensores y de cámaras”, señala Varlámov. En la fotografía que publicó se observa que, efectivamente, en las murallas del Kremlin hay cámaras cada pocos metros. Además, los lugares de paso en las murallas están rodeados de verjas y de vallas. No resulta nada fácil caminar por las murallas como si tal cosa y mucho menos colarse en una de las torres.
Varlámov también comenta que “a cada paso [en las murallas del Kremlin] hay agentes del Servicio Federal de Protección (SFP), que enseguida detienen a los infractores”. El SFP es el servicio especial que garantiza la seguridad de la máxima autoridad del país, y la residencia oficial del presidente, el Kremlin, entra en su responsabilidad.
La estructura del SFP incluye el regimiento presidencial. Como explicó anónimamente al diario The Village uno de los miembros del regimiento, prestan servicio unas 500 personas. El regimiento incluye cinco batallones, dos de los cuales se ocupan continuamente de la protección de la fortaleza. También hay compañías de guardias de honor en lugares de especial importancia: junto al Fuego Eterno y el Mausoleo de Lenin. Estas unidades participan en los desfiles.
Según la fuente de The Village, en el caso de que se produjera un ataque contra el Kremlin o surgiese algún riesgo para sus ocupantes, el SFP tiene a quién recurrir para pedir refuerzos: la compañía de reserva operativa (comando Spetsnaz local) y otra compañía motorizada, con tanques y blindados, con base en el área metropolitana de Moscú.
Francotirador en una torre del Kremlin durante el desfile militar para marcar el 70.º aniversario de la victoria en la Gran Guerra Patriótica. Fuente: Maksim Blinov/RIA Novosti
La estructura del SFP en el Kremlin no se limita al regimiento presidencial. También incluye a los agentes directamente responsables de la seguridad de las personalidades de alto rango, así como la de los invitados extranjeros durante sus visitas al Kremlin.
Estos agentes deben pasar por una preparación especial. Según el documental Cómo funciona el servicio de seguridad, se entrenan constantemente en lucha sin armas y para mejorar su puntería. Simulan condiciones en las que el objetivo se encuentra en mitad de una multitud y es difícil dar en el blanco. Además, en este cuerpo de seguridad, estudian al detalle todos los casos de atentados contra líderes mundiales, analizando las reacciones de sus colegas extranjeros y modelando situaciones análogas.
Antes de cualquier visita oficial al Kremlin los agentes del SFP dedican especial atención a la seguridad de la residencia presidencial. Varios días antes se reduce el volumen de visitas turísticas al museo del Kremlin. Los servicios de seguridad revisan las salas del Gran Palacio del Kremlin, construido en 1849, en el que habitualmente se realizan las cumbres. Las salas son rastreadas varias veces con perros para descartar la presencia de explosivos.
Una de las salas del Gran Palacio del Kremlin. Fuente: Jef Robison
En ocasiones el SFP realiza maniobras completas en el territorio del Kremlin. Por ejemplo, el 17 de noviembre de 2016, el servicio de seguridad, junto con la policía y la Guardia Nacional, desarrolló durante varias horas una simulación de irrupción de terroristas en el Kremlin, y se cerró el acceso a los visitantes.
Las limitaciones que afectan al Kremlin no conciernen solo a las torres y las murallas. Está prohibido realizar cualquier tipo de vuelo sobre el Kremlin, incluidos los drones, a causa de lo cual a veces hay turistas que resultan detenidos. En 2015 el SFP detuvo y multó al operador alemán Fritzsche Holger, que pretendía grabar el Kremlin con un dron.
Son muchos quienes suponen que es precisamente esta lucha contra los drones lo que provoca que las señales GPS y GLONASS se interrumpan junto al Kremlin y que los navegadores indiquen que uno no se encuentra junto a las murallas de la residencia presidencial, sino en uno de los aeropuertos moscovitas. Sin embargo, los propios representantes del SFP niegan oficialmente que interfieran en las señales de forma intencionada.
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