Te contamos 10 cosas imprescindibles para celebrar el Año Nuevo ruso.
Occidente tiene a Papá Noel, pero este no puede competir con Ded Moroz (en ruso el “Abuelo del Frío”) o su nieta, Snegúrochka (“Doncella de las Nieves”). A diferencia de Papá Noel, Ded Moroz no tiene miedo de mostrar su rostro y suele pasar por las fiestas navideñas con Snegúrochka para entregar los regalos en persona. Ded Moroz tiene su residencia cerca de la ciudad de Veliki Ústiug (en la región de Vólogda); se cree que Snegúrochka vive en Kostromá, cerca del río Volga.
Los árboles de Navidad, prohibidos poco después de la Revolución, fueron recuperados como novogódnaia yolka (árbol de Año Nuevo) en 1935, como símbolo laico de las fiestas. Los árboles suelen ser pequeños y muchas veces son de plástico, pero siguen siendo un símbolo importante para los rusos.
Muchos países tienen películas que se asocian tradicionalmente con la Navidad, pero pocas pueden igualar en música o cantidad de vapor al clásico soviético Ironía del destino (1975). Zhenia está a punto de casarse y planea celebrar el Año Nuevo con su prometida. Sin embargo, primero acude a una sauna siguiendo la costumbre de cada año con sus amigos. Todos se emborrachan y Zhenia acaba en un avión hacia Leningrado. Ebrio, le dice a un taxista que le lleve a la calle Tretia Stroítelei, donde vive en Moscú. Curiosamente, el edificio de esta calle en Leningrado es idéntico al suyo y la llave también encaja. Cae dormido en el apartamento para ser despertado al cabo de un rato por Nadia, la sorprendida dueña de la casa... Los rusos nunca se cansan de ver esta película.
La televisión también emite programas como Golubói Ogoniok (“Una luz azul”), Pesnia goda (“La canción del año”, en el que aparecen muchos famosos rusos) y la película para los niños es Morozko (sobre Ded Moroz).
El Año Nuevo en Rusia no sería Año Nuevo sin ensaladas. No hablamos de las ensaladas verdes, más ligeras, sino de auténticas obras de arte ricas en mayonesa y proteínas. Los rusos consumen 2,5 kg de mayonesa al año y en ningún lugar se come más que en la mesa de Año Nuevo.
La ensalada Olivier suele prepararse con mayonesa, patatas, zanahorias, pepinillos, guisantes, huevo y pollo. El Año Nuevo en Rusia no existe si esta ensalada no se encuentra en tu mesa. La seliodka pod shuboi, o “arenque bajo un abrigo de piel” es un carnaval de capas de arenques, patatas, zanahorias, remolacha, cebolla y mayonesa. La remolacha da a esta ensalada su típico color púrpura.
Se cree que esta tradición comenzó durante el reinado de Nicolás II. Sin embargo, se vio interrumpida durante décadas, debido a la dificultad que había durante la época soviética para cultivar o importar las mandarinas. La tradición se retomó en la década de los 70 y las mandarinas siguen siendo un elemento imprescindible en cada mesa rusa de Año Nuevo.
En el paraíso del proletario no había nada mejor que el champán y el caviar. A pesar de la escasez de estos productos durante la época soviética, fue precisamente entonces cuando se convirtieron en parte de la tradición de Año Nuevo. El champán más utilizado es el de la marca “Soviétskoye”, disponible en todas partes, desde Kamchatka hasta Nueva York. El caviar suele ser rojo y se sirve sobre una rebanada de pan con mantequilla.
Sean cuales sean sus afinidades políticas, los rusos encienden sus televisores desde todos los rincones del mundo para oír cómo el presidente ruso les ofrece sus mejores deseos para el año próximo. Cuando este acaba su discurso, la torre del reloj de la Plaza Roja suena, se lanzan fuegos artificiales y el Año Nuevo da comienzo oficialmente.
Para los rusos, el Año Nuevo es una fiesta familiar y se celebra con los familiares más cercanos. Suele brindarse para despedirse del año que termina. También se hacen llamadas a los parientes que viven lejos. No es hasta pasada la medianoche que comienza la auténtica fiesta. En muchos clubes, los eventos principales no empiezan hasta las 00:30 o incluso más tarde.
En una ocasión me dijeron que si no ves el equivalente del presupuesto de un pequeño país en fuegos artificiales, no es un Año Nuevo auténtico. El primer el Año Nuevo que celebré en Rusia, en la ciudad industrial de Togliatti, consistió en varias horas festejando en casa antes de salir, a medianoche, con toda la familia, para ver cómo los ciudadanos declaraban la guerra en la plaza central. El espectáculo de fuegos artificiales fue intenso, sonoro y brillante, y es que realmente es una parte inalienable de cualquier fiesta de Año Nuevo rusa.
Quizás la mejor parte del Año Nuevo ruso es que no hay que volver al trabajo al día siguiente, ni al siguiente.
Así están decorados Moscú y San Petersburgo para las fiestas de Navidad (Fotos).
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