Así trabajan los operarios de los S-300 y S-400, los sistemas antimisiles más potentes del mundo

El entrenamiento de los militares capaces de repeler un posible ataque de misiles consta de dos etapas. En la primera, se estudian los planes de un teórico ataque enemigo y la manera de esquivarlo. 

“Cada dispositivo de cálculo del sistema transmite su plan de acción de manera 'oral' y en papel. El objetivo es maximizar el potencial de uso del sistema y el poder de fuego de los misiles para echar abajo la mayor cantidad posible de objetivos aéreos”, afirmó Dmitri Safónov, antiguo analista militar de Izvestia.

Durante el entrenamiento en las academias militares se le dedica una gran cantidad de tiempo a esta fase y los profesores pueden regañar severamente a los futuros oficiales si no entienden algo.

Vitali Ánkov/Sputnik

En palabras de Safónov, tras la preparación en ordenador del modelo de la situación, comienza la fase “en papel”.

“Aquí se determinan todas las acciones del equipo de cálculo del sistema de defensa aérea: se escribe la información que se dan entre sí y la que entregan al equipo de dirección, así como las acciones del grupo. Al mismo tiempo, la situación de 'combate' se dificulta por las interferencias y por los posibles fallos en el sistema. En otras palabras, se crea una imitación realista de combate para que el equipo esté lo mejor preparado para las situación en la vida real”, añade el experto.

Polígono de tiro

Se trata de la parte más interesante. La segunda fase consiste en la perfección del sistema en el polígono de tiro con disparos de combate reales. La única diferencia entre las pruebas y el combate es que los blancos se disparan sin cabezas explosivas.

“Un par de combatientes vuelan desde los polígonos cercanos y deben penetrar en el sistema de defensa aérea. Se les dispara, obviamente, solo en la computadora. En un punto el avión lanza misiles sin guiado contra el objetivo y deja la trayectoria para que los misiles reales del S-300 no lo echen abajo”, explica el experto.

Además, durante estas pruebas operan también objetos y drones que los constructores de misiles tienen que perseguir y derribar.

“Todo se lleva a cabo en tres fases: el radar detecta y aprehende el objetivo, se estima su trayectoria de vuelo hasta el suelo y se lanza un misil contra él. Luego el dispositivo de cálculo monitorea la situación en el aire mientras las máquinas de recarga rellenan las unidades de combate”, añade Safónov.

Cómo está estructurado el sistema de defensa aérea de Rusia

El sistema de defensa aérea se basa en los sistemas S-300 y S-400.

Estos aparatos son capaces detectar objetivos a una distancia de 250-400 km y los misiles pueden derribarlos a distancias de 150-250 km. Los pueden eliminar incluso si vuelan a una velocidad de 2,5 km/s.

Además, los radares de los S-400 y S-300 pueden detectar hasta 36 objetivos y cada instalación de lanzamiento puede disparar simultáneamente contra 12 objetos.

Alexánder Galperin/Sputnik

Los datos exactos sobre la cantidad de tecnología y hombres en servicio es confidencial, aunque se cree que puede haber varios cientos de instalaciones antimisiles, radares de reconocimiento y sistemas de acompañamiento.

“Los sistemas de artillería antimisiles Pántsir-S1 apoyan a los S-300 y S-400. Se trata de un sistema de defensa aérea de corto alcance que acaba con los misiles que por alguna razón sus precursores no dispararon en las lejanas afueras de la ciudad”, señaló el profesor de ciencias militares, Vadim Koziulin. Añadió que el Pántsir-S1 tiene un rango de alcance de 10-15 km.

“Además de estos sistemas de defensa aérea, los cielos están protegidos por los cazas interceptores Su-30MS, Su-35, MiG-29 y MiG-31. Los aeropuertos en los que se alojan se encuentran cerca de las bases de sistemas de defensa aérea”, declaró Koziulin.

Aquí te presentamos en detalle las características de los mejores sistemas rusos de artillería.

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