Imagínate que la URSS nunca colapsó en 1991, sino que cayó en la anarquía debido a la rebelión de las máquinas. No sé tú, pero a mí me da escalofríos.
La idea de este juego llegó a Artiom Galéiev, Director de Arte de Mundfish, hace más de siete años. Es la historia de cómo la dirección soviética perdió el control de las máquinas cuando la Fábrica 3826, que producía robots agrícolas, se convirtió en una cinta transportadora de máquinas de guerra al estilo Skynet. Comparado con esto, el colapso real de la URSS parece un juego de niños.
“La base de nuestra inspiración es la verdadera Unión Soviética con todos sus odiosos pertrechos militares imperiales”, explica Evguenia Sedova, cofundadora del estudio de producción de videojuegos.
“También nos inspiramos en los videojuegos Bioshock, Fallout y otros clásicos atemporales; así como en los mejores autores de libros de ciencia ficción soviéticos, como los hermanos Strugatski, [el escritor polaco de ciencia ficción] Stanislaw Lem, y en programas de televisión más modernos, como Carbono Alterado y Black Mirror”.
El estudio llama a su enfoque de hacer juegos un “chik-shmik”, algo que en su jerga significa “ensamblar rápidamente a partir de herramientas improvisadas y con alta calidad”. Trabajan rápido y prueban todas las hipótesis sobre la marcha, sin perder mucho tiempo probando conceptos difíciles de seguir o de explicar.
Los desarrolladores dicen que un componente crucial del ADN de Mundfish es simplificar y acelerar todo lo posible.
“Tenemos nombres extraños y divertidos para los robots de nuestro equipo. He aquí algunos ejemplos: ‘kúrochka’ (pollo); ‘beliash’ (masa de levadura rellena de carne); y ‘Natasha’. Por cierto, todos los robots aparecen en el tráiler. Queremos que sea un misterio para la comunidad cuál es cuál”, explicó Sedova.
La empresa tiene otro juego que tiene lugar en el mismo entorno de URSS de universo paralelo. Soviet Lunapark “ofrece a los jugadores la oportunidad de ver las zonas de la Fábrica 3826 desde el interior, utilizando la realidad virtual, y de presenciar con sus propios ojos por lo que pasaron sus empleados, soldados y enfermeras cuando ocurrió el ataque inicial y se desató el infierno”.
“Al principio queríamos introducir apoyo a la RV en Atomic Heart porque nos animaba enormemente el potencial de esta tecnología. Finalmente nos enfrentamos a muchas limitaciones que nos impidieron poner en práctica todas nuestras ideas en el juego. Por lo tanto, decidimos realizar un proyecto separado de RV, abandonando el soporte de la RV para el Atomic Heart”, cuenta Sedova.
Aunque es bastante raro, no sólo para Rusia sino también para la industria mundial de los videojuegos tener una fundadora, Sedova no se siente intimidada.
“Siempre me sentí atraída hacia tener mi propio negocio”, dice Sedova. “Probé diferentes cosas, desde desarrollar mi propia marca de ropa hasta vender tráfico en redes sociales. Me di cuenta de que es importante pasar las 24 horas del día siendo eficiente; me di cuenta de que los negocios escalables son la única respuesta. Además, siempre es un placer hacer proyectos que traen alegría y felicidad a la gente, y esta es la esencia misma de la industria de los videojuegos”.
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