Los subfusiles se crearon justo antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial y se convirtieron en símbolos de las escuelas de fabricación de armas soviética y alemana.
Cada uno de ellos tiene sus pros y sus contras y vamos a intentar averiguar qué es lo que cada uno tiene de particular.
El MP-40 alemán es un subfusil de 32 cartuchos con cargadores estándar de 9x19 mm. Es bastante cómodo ponerle munición y recargarlo durante un tiroteo.
MP40 Erma
Quickload (CC BY-SA 1.0)“Al mismo tiempo, el PPSh soviético tiene un cargador de tambor de 72 municiones con cámara de 7,62x25 mm. Se necesitaba mucho más tiempo para montar un cargador antes del combate. Era más pesado y no tan cómodo de llevar como los cargadores del MP-40. Sin embargo, tenía el doble de munición en cada cargador. Esa ventaja podía compensar los inconvenientes anteriores”, afirma Vadim Kozulin, profesor de la Academia de Ciencias Militares.
El MP-40 alemán era más ligero, pero mostraba una menor fiabilidad en el tiro de precisión.
“Si tengo que hacer un tiro preciso, elegiría el PPSh antes que el MP-40. La culata de madera del primer subfusil gana a la alemana, totalmente metálica. Es más suave y se adapta perfectamente al hombro en comparación con la MP-40. Como resultado, el PPSh es más preciso”, admite Alexánder Borisov, militar ruso en la reserva militar.
Como ya se ha dicho, ambos subfusiles son cómodos para disparar a toda máquina. Y en esta parte concreta, el MP-40 alemán supera al PPSh soviético: “Sin embargo, el MP-40 tiene una cadencia de fuego de 600 cartuchos por minuto, mientras que el PPSh tiene el doble: 1200 cartuchos por minuto. Por lo tanto, en circunstancias reales de batalla, cada segundo el MP-40 dispara diez cartuchos, mientras que el PPSh puede disparar 20 de ellos a los enemigos. Este parámetro marca una gran diferencia entre ambos”, afirma Borisov.
PPSh-41
Dominio público“La munición de 7,62x 25 mm del PPSh es ligeramente más potente que la de 9x19 mm del alemán. Probamos su poder de penetración hace un par de años en bloques de hormigón. Algunos de los cartuchos del PPSh penetraron dos bloques de ese tipo, mientras que el MP-40 solo atravesó uno”, afirmó el militar.
El PPSh tenía un inconveniente en el aspecto tecnológico. Los huecos entre las piezas eran muy grandes y cuando el PPSh se agitaba, se oían los elementos chocando entre sí. La caída del subfusil desde una pequeña altura solía provocar un disparo espontáneo. Como el mecanismo simplificado del gatillo sólo permitía el fuego automático, el disparo no se detenía mientras quedaran cartuchos en el cargador.
“Pero el principal problema del PPSh era el tiro nocturno. Se reconocía inequívocamente por las tres llamas que salían de la carcasa del cañón. Esto siempre revelaba a los enemigos la posición de los soldados por la noche”, concluye Borisov.
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