La agencia Rosoboronexport ha anunciado la finalización de la construcción de una planta para producir fusiles de asalto AK-103 y munición 7,62x39 en Venezuela, según informó la agencia TASS.
Según se informa en Libertador.ru, las últimas máquinas para la línea de montaje, así como los equipos para los sistemas de ingeniería y apoyo, se entregarán en el puerto venezolano de Puerto Cabello en otoño.
Como señaló Rosoboronexport en su declaración del 24 de agosto, en la construcción habrá tanto trabajadores e ingenieros venezolanos como rusos.
El acuerdo para construir una fábrica en Venezuela para ensamblar fusiles AK-103 y munición fue alcanzado entre Vladímir Putin y el difunto presidente venezolano Hugo Chávez, y firmado en 2006 en Moscú por Rosoboronexport y la Sociedad Anónima de Industria Militar de Venezuela.
Se suponía que la construcción debía estar terminada en 2011, pero el proyecto entró en una espiral de problemas: se robó dinero, lo que culminó en una serie de casos penales.
En el verano de 2015, el jefe de la empresa contratista, el exsenador Serguéi Popelniujov, fue detenido acusado de malversar más de mil millones de rublos asignados para la construcción de las plantas venezolanas.
En diciembre de 2016, Dmitri Rogozin informó de que la planta estaba solo a medio construir, sin ventanas, puertas ni electricidad, pero prometió que estaría funcionando a pleno rendimiento en 2019.
En abril de 2018, el ministro de Defensa venezolano, Vladímir Padrino López, también prometió durante su visita a Moscú que la producción de armas automáticas rusas, de importancia estratégica para la independencia de Venezuela, comenzaría en diciembre de 2019.
“La construcción no está congelada, las obras están en plena marcha. Se están trayendo materiales de construcción, equipos de ingeniería, no sólo de fabricación rusa, los trabajos de construcción están en marcha: el 80% de todo está ya listo”, informó Interfax en junio de este año, citando sus fuentes.
También se ha acusado a EE UU de retrasar la construcción, y Serguéi Chémezov, jefe de Rostec, ha afirmado que Estados Unidos está obstaculizando las entregas de máquinas herramienta y componentes.
Ahora, como podemos ver, aunque con excusas en forma de epidemia, se ha anunciado de nuevo la fecha de puesta en marcha de la sufrida fábrica.
Recordemos que el gobierno de Chávez firmó un contrato para la compra de fusiles automáticos AK-103 con Rosoboronexport en mayo de 2005. El pedido incluía la compra de 100.000 fusiles de asalto, 74 millones de cartuchos de munición de 7,62x39 mm, 2.000 juegos de repuestos, 2.000 manuales y 5 simuladores de entrenamiento.
La razón de la elección del calibre 7,62x39mm sólo puede especularse. Algunos creen que este calibre es mejor en la selva, otros creen que se eligió por la compatibilidad con Cuba (que nunca se pasó al 5,45x39 y sigue utilizando el AKM 7,62x39mm.
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