¿Misión a Marte? Científicos rusos predicen el impacto en humanos de una misión larga

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En el marco del proyecto SIRIUS (acrónimo de ‘Investigación científica internacional en una sola estación terrestre’) del Instituto de Problemas Médico-Biológicos de la Academia de Ciencias de Rusia, los investigadores han dado a conocer los resultados de uno de los mayores experimentos del mundo en este campo sobre los efectos psicológicos y fisiológicos del aislamiento total, según publican en la revista científica Frontiers. El objetivo de esta simulación era anticipar el impacto sobre los viajeros de una posible misión espacial, especialmente a Marte.

Para llevar a cabo este proyecto, los expertos sometieron a dos grupos de voluntarios al aislamiento: el primero, en 2017, estuvo formado por tres mujeres rusas y tres hombres, dos rusos y un alemán, durante un periodo de 17 días. La segunda, en 2019, estaba formada por tres mujeres rusas y tres hombres, uno ruso y dos estadounidenses. Esta segunda fase, sin embargo, duró 120 días. Los sujetos fueron analizados a través de su comunicación verbal y física.

En primer lugar, se produjo una reducción gradual de los intercambios con el Centro de Control (correspondiente al enlace con la Tierra en el contexto de una misión espacial real). De hecho, mientras que durante los primeros 10 días del experimento de 2019, los participantes enviaron al Centro de Control 320 mensajes de voz con una duración total de 11 horas, durante los últimos 10 días, esta cifra fue de sólo 34 mensajes durante 77 minutos.

“Las tripulaciones de estas misiones tienden a reducir su comunicación con el Centro de Control, compartiendo cada vez menos sus necesidades y problemas. Se observó un aumento del contacto durante eventos importantes, como un aterrizaje simulado”, dijo Dimitri Chved, uno de los autores del estudio.

En el undécimo día del experimento, los investigadores simularon un problema con la conexión a la Tierra, similar a los problemas técnicos que pueden ocurrir en la vida real. Observaron una diferencia de género en la forma en que los sujetos reaccionaban a esas perturbaciones: mientras los hombres se mostraban enfadados, las mujeres estaban tanto contentas como tristes. Sin embargo, hacia el final del programa, estas diferencias tendieron a desaparecer.

Cabe señalar que las mujeres también son más propensas a notificar problemas al Centro de Control. Al mismo tiempo, fueron más emocionales que sus homólogos masculinos.

Por último, si bien los científicos constataron una creciente autonomía de los miembros de la misión con respecto al Centro de Control, ésta fue acompañada de un aumento de la cohesión dentro de su grupo, independientemente de las diferencias de género, nacionalidad y cultura.

Según los investigadores, estos resultados parecen prometedores para futuras misiones interplanetarias. Cabe señalar que a principios de noviembre se inició una última fase de experimentación.

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