La increíble historia del ‘Yermak’, el primer rompehielos ruso que llegó a ser condecorado

Mijaíl Platunov
¿En qué momento se hizo mucho más fácil la navegación en las regiones polares? Cuando se inventó una nueva forma de superar los obstáculos de hielo: los enormes rompehielos llevan casi dos siglos surcando mares y océanos. Este fue el primer buque ruso de este tipo, que además tuvo una carrera heroica.

Tras la invención de la máquina de vapor en los siglos XVIII-XIX, aparecieron varios proyectos de barcos rompehielos. En 1864 se construyó en Rusia el remolcador a vapor Pailot. Como se puede leer en Dzen.ru, su propietario, Mijaíl Britnev, tuvo la idea de cortar la proa del vapor a la manera de los barcos Pomor, para que el buque pudiera “arrastrarse” sobre el hielo y romperlo con su propio peso. Más tarde esta forma de proa se llamaría “rompehielos”, y el Pailot, que se utilizó durante más de 25 años en el tráfico de correo y pasajeros entre Kronstadt y Oranienbaum, se convertiría en el prototipo de los rompehielos modernos.

Sello postal de la Serie

En 1897, el vicealmirante Stepán Makarov presentó su proyecto al gobierno ruso, para construir el primer rompehielos que se utilizaría en el puerto de San Petersburgo y en el océano Ártico. El proyecto fue aprobado y en la comisión encargada de desarrollar el nuevo tipo de buque figuraban el científico Dmitri Mendeléiev (autor de la famosa Tabla Periódica de los elementos químicos), los famosos ingenieros navales Nikolái Yankovski, Robert Runeberg y Fiódor Porechkin, así como el almirante Ferdinand Wrangel y otros. En 1898 se construyó el rompehielos en los astilleros Armstrong Whitworth de Newcastle (Inglaterra).

El primer rompehielos de clase ártica fue bautizado con el nombre del explorador ruso de Siberia, el atamán cosaco Yermak Timoféievich.

Facsímil de una tarjeta dirigida por el almirante Makarov. Esta tarjeta, que lleva la firma del almirante, muestra el rompehielos ‘Yermak’.

Las pruebas del nuevo buque fueron un éxito: en marzo de 1899 ayudó a salvar a 11 barcos de vapor atrapados en el hielo cerca de Reval (actual Tallin, capital de Estonia).

El 29 de mayo de 1899 Yermak zarpó de Newcastle rumbo al norte en su primer viaje al Océano Ártico. Se llegó a Spitsbergen y se probó la maquinaria en las duras condiciones de la región polar.

Las deficiencias detectadas se rectificaron en Inglaterra en el plazo de un mes (se retiró la hélice delantera y se reforzó el casco). El 14 de junio del mismo año, el Yermak emprendió de nuevo un viaje polar. La tripulación del buque, dirigida por S.O. Makarov, llevó a cabo una extensa labor científica de estudio de los hielos septentrionales, la oceanografía y la fauna oceánica.

El Yermak, como escriben en Livejourrnal.ru participó activamente en el rescate del acorazado General-Admiral Apraxin, que encalló cerca de la isla de Gogland, en el golfo de Finlandia.

El ‘Yermak’ ayuda al acorazado ‘Apraxin’ a liberarse de los hielos

Durante esta acción del Yermak se utilizó por primera vez en el mundo el invento del científico ruso de Alexánder Popov: el radiotelégrafo. Gracias a la comunicación entre la estación de radio del barco y la de tierra (Kotka), se pudo rescatar a un grupo de pescadores que habían sido arrastrados por un témpano de hielo.

Sello de la URSS. Primer uso mundial de la radiocomunicación para el rescate humano por el rompehielos Yermak en 1900.

Durante la guerra ruso-japonesa el Yermak, rompiendo el hielo en el puerto de Libava, escoltó a la escuadra del contraalmirante Nebógatov hasta aguas claras y abrió el camino hacia el Lejano Oriente. Durante los primeros 12 años de operación el rompehielos pasó más de mil días en el hielo.

El 14 de noviembre de 1914 el rompehielos se unió a la Flota del Báltico y continuó escoltando barcos y buques en el Golfo de Finlandia. Cuando en febrero de 1918 las tropas alemanas llegaron a Reval, el rompehielos sacó todos los barcos móviles del puerto y los llevó a Helsingfors.

Fotografía de un cuadro del Yermak. Muestra al rompehielos  asistiendo a un buque de guerra en el hielo.

Pronto el Yermak, junto con otros rompehielos, condujo 211 buques de combate, auxiliares y mercantes a través del Golfo de Finlandia durante el viaje de Helsingfors a Kronstadt. El líder de la campaña y al mismo tiempo comandante naval de la Flota del Báltico, el cabo Schastni, salvó así a todo el núcleo combatiente de la Flota del Báltico. Por su participación en la “campaña del hielo” el Yermak fue condecorado con la Bandera Roja revolucionaria honorífica del Comité Ejecutivo Central de toda Rusia. Schastni sería posteriormente fusilado por sus desavenencias con Lev Trotski.

El Yermak, entrando en San Petersburgo.

Después el rompehielos volvió al servicio pacífico y en 1920-1930 aseguró el transporte de mercancías en el Báltico, el Ártico y el Mar Blanco.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el Yermak fue movilizado de nuevo y participó en la evacuación de la base naval de Hanko. Se le armó con dos cañones de 102 mm, dos de 76 mm, cuatro de 45 mm y cuatro ametralladoras.

El Yermak sirvió en diferentes ramas de la Armada y la Marina Mercante rusa y soviética hasta 1964, convirtiéndose en uno de los rompehielos con más años de servicio en el mundo. Una isla del archipiélago Nordenskiöld lleva su nombre.

En 1963 fue retirado del servicio y pronto fue desguazado.

En noviembre de 1965 se inauguró en Múrmansk un monumento al rompehielos Yermak, que incluía paneles de mosaico y el ancla original en el pedestal.

Monumento de Múrmansk dedicado al ‘Yermak’

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