Es posible comprar una réplica del mítico fusil AK-47.
Iliya Pitalev / RIA NovostiAdemás de las típicas matrioshkas y las botellas de vodka, ahora los turistas podrán llevarse de Moscú un fusil Kaláshnikov. Aunque será la versión de fogueo o un fusil vacío. Este inusual souvenir se podrá comprar en la nueva tienda del Consorcio Kaláshnikov del aeropuerto moscovita de Sheremétievo. La tienda abrió sus puertas el 16 de agosto y se encuentra en la galería que une la terminal de trenes rápidos Aeroexpress con el aeropuerto. Además de esta, el consorcio tiene también una tienda online y unas 30 tiendas oficiales en 24 ciudades de Rusia.
La tienda de Sheremétievo recuerda al glamuroso arsenal de James Bond, con su decoración moderna y sus luces de neón. En ella se pueden comprar cuatro modelos de fusiles: el AK-74, su modificación AK-74M, el AK-103 y el PP-19, el modelo que lleva la policía rusa. Todos ellos están fabricados en las mismas máquinas que las armas originales, de modo que tienen exactamente el mismo aspecto. “Incluso huelen como los fusiles auténticos”, presume Artiom Baranovski, vendedor de la tienda. Según este, el modelo que goza de mayor demanda es el AK-74, el más utilizado por el ejército ruso en películas y videojuegos.
Vitali Mijaliuk
Muchos entran en la tienda con el único objetivo de tener en sus manos el legendario fusil y hacerse fotografías con él, aunque rara vez compran el modelo como recuerdo de Rusia. Aunque a veces aparece algún cliente fuera de lo común. Uno de ellos, militar retirado, dio una clase magistral en el mismo aeropuerto sobre montaje y desmontaje de un AK-74 en el menor tiempo posible, una habilidad que se adquiere después de muchos años en el ejército ruso.
Si a algún cliente no le basta con el modelo vacío, en la tienda se venden también armas de fogueo. En algún momento estas armas vibraron en manos de soldados, pero hoy en día solo se pueden cargar con cartuchos de fogueo. “Es un regalo perfecto para quienes echan de menos el sonido del fusil” — comenta Artiom. En la tienda no se vende munición, ni siquiera de fogueo: su venta está prohibida dentro de los aeropuertos internacionales.
Ante mis ojos empaquetan para Nikolái, procedente de Yaroslavl, un AK-47 convertido en fusil de fogueo. “Soy cazador y me gusta disparar, pero no compro el fusil para mí, sino como regalo para mis hijos y mis nietos. No les dejo coger mis armas, pero este souvenir sí que les irá bien. ¡Que vayan aprendiendo!”, comenta.
Cualquier persona mayor de 18 años puede comprar un Kaláshnikov. No le permitirán llevarlo como equipaje de mano en el avión, pero puede facturarlo. Todas las armas se venden en unas cajas especiales con su marcaje y su documentación para que los guardias del aeropuerto puedan identificarlas.
Los extranjeros que compren un fusil como souvenir deberán tener en cuenta que para introducirlo en otro país deberán cumplir obligatoriamente la legislación de cada país respecto a la importación y la posesión de este tipo de objetos. El precio medio de los fusiles oscila entre los 20.000 y los 30.000 rublos (300-400 dólares). La opción más barata, el AK-74 vacío de color negro, cuesta 12.300 rublos (190 dólares). El más caro de todos es el fusil vacío del mismo modelo cromado y con culata y empuñadura de madera. Este modelo cuesta 34.500 rublos (530 dólares).
Además, en la vitrina de la tienda se exponen pistolas de aire comprimido para el tiro deportivo. Su potencia no supera los 3 julios y para comprarlas basta con presentar el pasaporte. En la tienda también se puede adquirir camisetas, bolígrafos, fundas para móvil, otros tipos de suvenires y ropa de caza. Todo lleva el logo del consorcio.
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