De viaje por las carreteras de Rusia: aventuras por rutas desconocidas

El lago Eltón. Fuente: lori / legion media

El lago Eltón. Fuente: lori / legion media

Viajar en coche por el mayor país del mundo tiene un peculiar romanticismo. Y también una libertad peculiar: uno puede planificar la ruta como quiera, desde la península de Kola hasta las estepas de Kalmukia, y ver rincones de Rusia a los que todavía no han llegado los turistas en masa.

Depresión cáspica

Si se sale desde Moscú, la ruta comenzará por la carretera M4 y después seguirá por la M6. Cabe señalar que esta carretera, a día de hoy, se encuentra en muy buen estado. Los problemas serios con la superficie de las carreteras no llegarán hasta abandonar la región. Por la M6 hay que llegar hasta Sarátov pasando por las regiones de Riazán, Tambov y Vorónezh. Sarátov también será el punto de referencia para viajar por la depresión cáspica.

La siguiente etapa del viaje es el lago Eltón. La ruta hasta este lago pasa por una pequeña ciudad llamada Kamishin, en la que habrá que cargar el coche en un transbordador para cruzar a la otra orilla del Volga. El paso de una orilla a otra dura unos 40 minutos. Después hay que seguir unas dos horas más hasta llegar al lago.

El Eltón es un análogo del conocido lago Baskunchak. Es también salado y muy poco profundo: en verano su profundidad no supera los 30 centímetros. El terreno alrededor es totalmente llano y está cubierto de una corteza de sal, por lo que recuerda de alguna manera a un paisaje lunar.


Vea el mapa de las rutas de carretera desde el Ártico al mar Caspio

Vale la pena pasar la noche a la orilla del estanque Chapayevski. De hecho, no es un estanque, sino una pequeña balsa en uno de los afluentes del río Jara, que también desemboca en el lago Eltón. En esta poza de agua dulce, un oasis en medio de la estepa interminable, viven más de diez especies distintas de aves exóticas y en sus aguas hay una enorme cantidad de peces.  

Península de Kola

Para viajar a la península de Kola  en coche es mejor salir de San Petersburgo. La carretera de Kola (M18) está señalada en el mapa, hay muchos indicadores y es fácil seguirla.

 

Fuente: Lori / legion Media

En la región de Leningrado hay muchas estaciones de servicio y la infraestructura está bastante desarrollada. Aunque en la península de Kola las carreteras son poco practicables, por lo que es mejor hacer el viaje en un cuatro por cuatro.

El viaje desde la capital del norte hasta Múrmanskdura alrededor de un día y su noche. Después de hacer una parada en Múrmansk hay que seguir hasta la península Rybachi, situada al sur de la península de Kola, en el mar de Barents. Tened cuidado: la península está situada en zona fronteriza, de modo que hay que solicitar un permiso antes de ir allí.

De camino hacia esta península se encuentra el río Titovka, con preciosos rápidos y pequeñas cascadas. En la propia Rybachi no hay prácticamente civilización,  apenas pequeñas aldeas y ciudades fantasma.

El siguiente destino será el cabo Nenetski, desde el que se abre una vista espectacular del mar de Barents. Allí podéis parar a hacer noche. Pero no olvidéis una cosa: la tundra, incluso en verano, es un lugar extremadamente frío y neblinoso, así que procurad llevaros ropa de abrigo a estas duras tierras. 

Autopista Chuiski, república de Altái

Para visitar los lagos Karakólskie es mejor comenzar el viaje por Novosibirsk o Barnaul. Después seguir hasta la ciudad de Chemal. La ruta seguirá la autopista M52. Esta carretera se encuentra en muy buen estado, aunque en prácticamente todo su recorrido es de doble sentido.

La mayor parte del viaje transcurre por la autopista Chuiski, desde donde comienza la gran aspa de la Espiral Mágica de Altái. Después de pasar dos puertos de montaña, Seminski y Chike-Tamán, se puede hacer noche junto al río Katún. Al día siguiente el viaje continúa por la autopista Chuiski hasta llegar a la confluencia de dos grandes ríos de Altái: el Chui y el Katún. Por el camino haced una parada en el centro petrográfico Kalbyk-Tash.

 

La autopista Chuiski. Fuente: Lori / Legion Media

Después se llega al distrito Ulaganski, donde hay algunos lagos de alta montaña, el puerto de montaña Ulaganski y el valle Pazyryk, en el que se descubrieron los túmulos que dieron nombre a toda una cultura arqueológica.

Siguiendo el zig-zag del puerto de montaña Katu-Yaryk hay que bajar al valle del río Chulyshman, un lugar perfecto para pasar la noche. Allí se encuentran los principales lugares de interés de esta zona: la mayor cascada de Siberia, llamada Unchar, y unos bloques de piedras que parecen setas. El final de la ruta es el famoso lago Telétskoye. 

República de Kalmukia

El camino a Kalmukia pasa por Ástracan, por la carretera R263, 'Minvody-Lagán'. En verano esta carretera está en obras, por lo que es probable encontrar estrechamientos en los carriles. Sin embargo, en general se encuentra en un estado aceptable.

El destino del viaje es la ciudad de Lagán, la segunda mayor ciudad de Kalmukia, situada a nueve kilómetros del mar Caspio. Por el camino podéis desviaros a la aldea Vishka, donde hay un faro único del siglo XVIII. Sin embargo, desde el faro no se logra ver el mar ya que la península en la que se encuentra está rodeada por canales, estuarios y afluentes de ríos.

 

Fuente: Lori / Legion Media

Al llegar a Lagán, es recomendable comenzar la excursión visitando los lugares budistas de la ciudad. Los Jurul de Lagán son templos bastante recientes. Se fundaron en los años 90 del siglo XX. Pero debido a su rara arquitectura son lugares interesantes para los turistas. Delante de cada templo budista se encuentran las típicas ruedas de oración llamadas 'jurde'. Si tenéis ganas podéis rezar en voz alta girando la rueda (siempre en el sentido de las agujas del reloj), y después dar tres vueltas al templo.

A pocos kilómetros de Lagán se sitúan los campos flor de loto, que florece a mediados de julio y se pueden admirar hasta mediados de agosto. Las hay  rosas, color crema o blancas, también llamadas 'flores de Buda'. 

Adigueya

En automóvil también se puede ir hasta el Cáucaso. Aunque por las montañas es necesario contar con un cuatro por cuatro. Una de las ventajas de esta ruta es que, además del activo programa de excursiones, se puede descansar a orillas del mar Negro.

Un buen lugar al que dirigirse es Adigueya. Allí se ofrece a los turistas un tour de múltiples actividades que incluye tanto excursiones en automóvil como paseos a pie y baños en el mar. El alojamiento se encuentra cerca del cañón del río Bélaya. Allí inicia la ruta a pie hasta las cataratas Rufbago.

Hay excursiones en jeep hasta la meseta Lago-Naki, famosa por sus glaciares a muy baja altitud. En el camino por la meseta se pueden hacer paradas en miradores con vistas a los picos nevados. El mismo día se puede hacer excursiones por el territorio de la reserva natural del Cáucaso.

 

Lago-Naki. Fuente: Lori / Legion Media

Artículo publicado originalmente en Strana.ru

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