Hacerse fotos con unas válenki o botas de fieltro y con una gorra con orejeras frente al Kremlin es un recurso excelente para publicar una entrada en Facebook, pero difícilmente os resultará cómodo pasear así por la ciudad.
Las calles y carreteras de las ciudades rusas están cubiertas de sal y productos que impiden que se forme el hielo y deshacen la nieve. Para dar largos paseos, lo mejor es llevar unas botas impermeables de suela gruesa. Aunque si planeáis salir de la ciudad, las botas de fieltro sí que serán la mejor opción.
No todos los rusos beben vodka para entrar en calor, ni mucho menos. El mejor método para no congelarse en la calle en invierno es llevar consigo un termo con té caliente.
El termo se convirtió en el mejor amigo de los turistas soviéticos gracias a su capacidad para mantener el calor hasta cinco horas. Además, pocas cosas hay más encantadoras que tomar té de forma improvisada directamente en la Plaza Roja. Hoy en día el termo puede remplazarse por una taza térmica o simplemente por un vaso de café o vino caliente.
La respuesta es obvia: ¡Poneos todo lo que tengáis!
¡Un gorro, una bufanda, la capucha, guantes y, por supuesto, calcetines abrigados! Preparaos para el frío pero no olvidéis mirar el pronóstico del tiempo: después de un mes de heladas y tormentas puede comenzar un deshielo con lluvias o fuertes rachas de viento y granizo.
Las riñoneras son un complemento habitual entre los turistas pensada para mantener el dinero en un lugar seguro. No obstante, en Rusia los únicos turistas que los llevan son los pensionistas extranjeros.
En las ciudades rusas no hay más carteristas que en las de Europa, de modo que con sentido común y algo de precaución debería ser suficiente. Podéis llevar el dinero en la cartera y esta en un bolsillo interior con cremallera.
Además, desde diciembre del 2014 el rublo ha perdido parte de su valor su tipo de cambio respecto a todas las divisas mundiales se ha reducido a casi la mitad.
Las grandes distancias son motivo de orgullo para cualquier ruso y un enorme problema para cualquier viajero.
Dependiendo del lugar de destino, se puede viajar en taxi, en tren o en avión, pero en cada uno de estos viajes se pierde mucho más tiempo de lo habitual. Aprovechad este tiempo, descargad una audioguía sobre los lugares de interés de Rusia o comprad un buen libro de Tolstói, Dostoievski o Chéjov. Son una compañía magnífica para los viajes por carretera.
En uno de los blogs, el autor aconseja totalmente en serio llevar papel higiénico y explica que en los baños públicos en Rusia no suele haber ni papel higiénico ni toallas de papel.
Este consejo parece algo desactualizado, ya que durante los últimos años el servicio en las grandes ciudades rusas han mejorado considerablemente y con ello los baños públicos.
En cualquier caso, la higiene en los viajes es importante en cualquier parte del mundo y lo mejor es que llevéis siempre encima pañuelos de papel y gel desinfectante.
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Las 5 ciudades más frías de Rusia.
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