1. El ‘Castillo de Garibaldi’ en la patria de los coches Lada
Una de las principales atracciones de la región de Samara es el enorme castillo gótico de Garibaldi, construido por el empresario local Oleg Kuzichkin en la década de 2010 y que lleva el nombre de su padre. Este castillo se encuentra cerca de la ciudad de Toliatti, patria de la fábrica de automóviles AVTOVAZ. Los tejados y las torres del edificio son de pizarra, mientras que la entrada está “custodiada” por enormes grifos de bronce.
El Castillo Garibaldi iba a ser un hotel, pero aún no está terminado por dentro. Sin embargo, su florido jardín, con una fuente, está abierto las 24 horas del día y son muchos los visitantes que viajan hasta allí para hacerse fotos con el castillo gótico de fondo. Este lugar es especialmente popular para hacer sesiones fotográficas de bodas.
2. ‘Chateau’ Erken: Una bodega en el Cáucaso Norte
Este castillo con altas torres, enormes puertas de hierro y un pequeño lago con cisnes se encuentra en la República de Kabardino-Balkaria. En la década de 1990, un agrónomo local tuvo la idea de desarrollar la industria del vino en Rusia y decidió construir una bodega moderna al estilo de un chateau francés.
La mayor parte del terreno de los alrededores está ocupado por viñedos que cultivan variedades clásicas de uva: Merlot, Chardonnay y Cabernet Sauvignon. Los visitantes pueden probar todos los vinos locales en la espléndida sala de catas del castillo.
3. Satka: La Disneylandia de los Urales
La remota ciudad industrial de Satka, en la región de Cheliábinsk, es uno de los lugares más visitados de los Urales. En los últimos años, un empresario local construyó un gran parque temático llamado Sonkina Laguna, en honor a su nieta. El parque parece un castillo medieval con un molino de viento, una capilla e incluso un barco pirata. En la isla cercana se puede encontrar otro castillo con atracciones para niños, cafetería e interiores “antiguos”.
4. Castillo Dacha en Siberia
¿Qué esperas ver en una tradicional dacha rusa? Apostamos que cualquier cosa menos un castillo. Este increíble palacio se encuentra cerca de la ciudad siberiana de Tiumén. Y no fue construido por algún rico oligarca, sino que pertenece a un dentista que soñaba con convertir su dacha en un cuento de hadas.
5. Un castillo con piscina en el sur de Rusia
El pueblo de Durso, cerca de Novorosíisk, es famoso por su vino espumoso ruso, pero también gracias a este gigantesco hotel construido como un palacio medieval. Situado bastante lejos de la playa y de otras ciudades, sigue siendo popular durante la mayor parte del año. La parte favorita de los visitantes es la piscina climatizada al aire libre.
6. Un castillo en el Lejano Oriente construido con desechos
Valentina y Alexéi Krivovs, de la ciudad de Artiom, en el Territorio Marítimo, eran trabajadores de la construcción y, cuando se jubilaron, decidieron convertir su dacha en un castillo. Es difícil imaginar que esta casa con columnas, adornos y elegantes cúpulas esté hecha enteramente... de basura. Cuando la construyeron, los Krivov se limitaron a recoger el material de escombreras de obras en las calles y entre los vecinos.
7. Castillo de caballeros para bodas en la región de Moscú
Hace varios años apareció este castillo en el pueblo de Glazovo, al norte de la región de Moscú. En él se celebran banquetes de boda y fiestas de empresa. Desde el interior, todos los salones parecen estar en un antiguo castillo de caballeros. Hay chimeneas de verdad, un hotel en la torre y lagos en el parque. En invierno, además de por las fiestas, este lugar es popular para esquiar.
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