El principal atractivo del parque nacional del mismo nombre son las rocas de sienita, que se formaron cuando el magma se solidificó en el espesor de la corteza terrestre. En el territorio del parque nacional hay 189 rocas y formaciones rocosas. Algunas de ellas se asemejan a siluetas de gigantes y criaturas míticas.
En 1851 nació aquí un movimiento local de escalada en roca: una comunidad de escaladores y alpinistas que prefieren conquistar las rocas locales sin seguro.
Las rocas del Parque Nacional de los Pilares de Lena se ven mejor desde el río Lena. Se ve la pared de rocas que se extiende a lo largo de muchos kilómetros.
Son de caliza cámbrica. Adquirieron la extraña forma de cresta debido a la meteorización de la roca. La altura de los pilares alcanza los 320 metros sobre el nivel del mar.
Aquí te lo contamos en detalle.
Manpupunior se traduce de la lengua mansi como “pequeña montaña de ídolos”. Este monumento geológico se encuentra en la Reserva Pechoro-Ilychski. Se trata de siete columnas meteorizadas que alcanzan una altura de 42 metros.
Antaño eran montañas, pero bajo la influencia de las condiciones climáticas las débiles rocas se han descompuesto, y sólo queda el núcleo: pizarras de sericita-cuarcita. Estas rocas, que se asemejan a cabezas de animales, a una botella invertida o al perfil de un hombre, eran objeto de culto del pueblo mansi. Se consideraba que conquistar las rocas era un pecado.
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Kurum, o el río de piedra más largo del mundo, se encuentra en el Parque Nacional de Taganái, en la región de Cheliábinsk. Su longitud alcanza los 6 km y su anchura los 700 metros. Este fenómeno natural se produce en lugares de desnivel: las piedras se deslizan lentamente desde las cumbres, formando un “canal”. Existen versiones de que los ríos de piedra “fluían” desde las montañas durante la Edad de Hielo, cuando los glaciares empezaron a derretirse.
Se pueden ver kurums en los Urales (en la región de Cheliábinsk, krai de Perm y Baskiria) y en los montes Sayán, en el sur de Siberia. Muchos se encuentran en lugares inaccesibles entre las montañas de la taiga.
Los seidis son enormes rocas “con patas”: piedras más pequeñas. Según la versión generalmente aceptada, estos objetos insólitos son naturales: el deshielo de un glaciar “bajaba” suavemente una gran roca sobre un soporte. Sin embargo, otros peñascos en miniatura podrían ser obra del hombre.
Estos objetos sagrados para el pueblo sami en Rusia se encuentran en Carelia y en la península de Kola. Algunos de los más famosos son los seidis de Vottovaara, una de las montañas más altas de Carelia.
Estos afloramientos de roca pómez de Kamchatka se asemejan exteriormente a antiguas embarcaciones itelmenas -bati- en posición vertical. Su altura alcanza los 110 metros. La cubierta de piedra pómez se formó hace 8.000 años, y las rocas han estado en pie de esta forma durante 5-6.000 años.
El geógrafo ruso del siglo XVIII Stepán Krashéninnikov escribió la leyenda sobre Kutjin Bati a partir de las palabras de los residentes locales: “Según la leyenda, el dios Kutj vivía en estos lugares ricos en peces. En sus barcas llamadas bati salía al lago y al mar para pescar. Al abandonar definitivamente este lugar, Kutj los ponía a secar y quedaban petrificados”.
Estas bolas se encuentran en la isla de Champ, en el archipiélago de la Tierra de Francisco José, en el Ártico. Su diámetro varía de 2 cm a varios metros. Existen varias versiones sobre la razón de que las piedras sean tan lisas y de forma redonda. Más información aquí.
También se han avistado bolas de piedra en Crimea, Kazajistán, Estados Unidos y Nueva Zelanda.
En los montes Altái, en la zona de Arukkum, “crecen” setas de piedra, que también se llaman kurums (como los ríos de piedra). Tan insólita construcción se formó debido a que la roca de los “sombreros” de piedra es más resistente que la de la “pata” y menos susceptible a la intemperie. La altura de las setas alcanza los 7 m, y el diámetro de la parte superior - hasta 2 m.
Con el tiempo, debido a los vientos, la lluvia y los cambios de temperatura, algunas setas se desploman y sus sombreros caen. Otros, por el contrario, crecen: la “pata” se adelgaza gradualmente bajo los vientos.
En las afueras de Kislovodsk, en el Territorio de Stavropol, se encuentra una cadena montañosa de forma inusual. Una especie de “puerta” de 8-9 metros de diámetro apareció en el interior de la roca, compuesta de arenisca, como resultado de la meteorización y la erosión.
El Anillo no es la única peculiaridad de esta cordillera. En su interior hay hasta diez grutas ovaladas de diferentes tamaños, que dan a la montaña el aspecto de una ciudad rupestre.
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Las rocas de Tuzluj se encuentran cerca del pueblo de Maloréchenskoie, en los alrededores de Alushta. Están compuestas de arenisca cuarcítica, con muchas grutas y cavidades en su interior formadas por las olas y los vientos de tormenta. Por su forma y color, las rocas recibieron el apodo de rocas de queso. No se puede contemplar esta belleza desde la orilla: hay que bajar al agua.
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