Silueta fantasiosa, rica decoración tallada, tejado a cuatro aguas. Si ve una casa así, que parece un palacio de un cuento de hadas ruso, sepa que es un ‘terem’. La mayoría se construyeron a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando el "estilo ruso" estaba de moda. Más a menudo fueron construidos como dachas por grandes fabricantes o comerciantes (a menudo eran campesinos ricos).
En 1878, en la Exposición Universal de París, el arquitecto Iván Ropet construyó un pabellón del Imperio ruso en forma de palacio de madera, convirtiéndolo en una auténtica tarjeta de visita del país.
La fotógrafa María Sávina vio uno de estos terems durante un viaje por la región de Kostromá. Le impresionó tanto que pasó los dos años siguientes viajando por toda Rusia en busca de edificios similares. Hizo cientos de fotos de los edificios más expresivos. Así nació el proyecto y el libro Terems de Rusia (el primer volumen dedicado a los tesoros de madera más bellos de Rusia Central y la región del Volga se publicó en Eksmo en 2024).
Quizás el terem más famoso de Rusia. Fue construido en 1897 por el campesino local Martián Sazónov según el boceto del propio Iván Ropet. En la década de 2010, unos entusiastas restauraron el derruido terem y lo convirtieron en un hotel de estilo ruso.
La finca en la región de Moscú de Savva Mámontov, un gran industrial, era una verdadera, como diríamos hoy, residencia de arte. Aquí trabajaron artistas famosos, desde los hermanos Vasnetsov hasta Ilyá Repin. Iván Ropet, que hizo famosos los terems en todo el mundo, construyó una fabulosa casa de baños para la finca.
"Algo entre una moderna cabaña campesina y un antiguo terem principesco", dijo entusiasmado el cantante Fiódor Chaliapin sobre la casa de Víktor Vasnetsov. Gracias al artista de cuentos Vasnetsov se formó en gran medida la estética del estilo ruso. En el mismo estilo construyó su propia casa en 1894. Hoy en día existe un museo del artista.
El comerciante de harina Nikolái Bugrov era tan influyente que incluso le llamaban "el rey sin corona de Nizhni". No se sabe exactamente quién construyó la casa para él. Pero se sabe que incluso el ministro de Finanzas de la Rusia zarista, Serguéi Witte, visitó esta dacha. Fue Bugrov quien le convenció para que la gran Exposición Industrial y Artística de toda Rusia de 1896 no se celebrara en Moscú, sino en Nizhni.
Este terem es la principal atracción de la pequeña ciudad de Kulebaki. Incluso está representado en su escudo de armas. Se construyó a finales del siglo XIX como la Casa de Entretenimiento Folclórico de la Planta Minera de Kulebaki, específicamente para entretener a los trabajadores y artesanos.
En el barrio antiguo de Tatárskaia Sloboda, en Kazán, hay un sorprendente terem rosa. La casa, de 1903-1906, perteneció a Safa Bajtéiev, comerciante de mercería. Su aspecto actual es el de una casa restaurada tras un gran incendio. Muchos terems de Tatarstán tienen elementos de la ornamentación tradicional tártara mezclados con el estilo ruso.
La casa de Fiódor Prishletsov, ciudadano honorable de Gorojovéts, es un ejemplo de cómo se añadieron elementos del art nouveau occidental al estilo ruso. La principal atracción de la casa, aparte de su inusual forma, son sus platabandas talladas, que representan criaturas fantásticas: sirenas y leones. Por cierto, ahora es una casa residencial.
No es sólo una casa, sino toda una mansión de madera. Está decorada en estilo barroco ruso. Su propietario, Semión Gordéiev, se enriqueció con el pan y el comercio inmobiliario. Tras su muerte en 1905, la casa se convirtió en una casa con ánimo de lucro, y durante el periodo soviético fue una casa comunal. Hoy es residencial y en ella se han instalado principalmente artistas que han ido restaurando y renovando el edificio.
En 1905 se construyó este terem de encaje en el Jardín de la Ciudad Baja de Riazán, cuyo territorio perteneció en su día al millonario local Gavrila Riumin. El edificio fue erigido por la asamblea noble local - con los fondos de los nobles locales como un club de verano.
Este terem de cuento de hadas con contraventanas talladas, ménsulas en forma de cabezas de la serpiente Gorinich y hornos con azulejos pintados fue diseñado a finales del siglo XIX-XX por Serguéi Maliutin, artista y experto en artes decorativas y aplicadas rusas. La base de ladrillo está colocada en forma de "patas de pollo", como la cabaña de Baba Yagá de los cuentos de hadas. El cliente era un mecenas de las artes y amante de todo lo ruso María Tenisheva - en su finca de Smolensk construyó todo un complejo de edificios de estilo ruso.
El terem de 1911 pertenecía a Alexánder Kalikin, miembro de una dinastía campesina de fabricantes de curtidos. Aquí se combinó el estilo ruso con el modernismo, que se estaba poniendo activamente de moda. Los rasgos característicos son la ornamentación vegetal y el tejado con cresta (se puede ver uno similar, por ejemplo, en la estación de ferrocarril Yaroslavl de Moscú).
Desde finales del siglo XIX, en el tranquilo y pintoresco suburbio de Penza, en Ajun, se instalaron ricos comerciantes, madereros, funcionarios y trabajadores de fábricas. Construyeron varios terems al estilo ruso. Tres casas de los comerciantes Osetrov, Zhuravlev y Ashanin se han conservado bien hasta nuestros días. Tienen una arquitectura y una decoración similares: cimientos de piedra, entresuelos, terrazas abiertas, un patrón similar de platabandas de ventanas. Hoy se encuentran en el territorio del sanatorio.
El terem de los panaderos-comerciantes Luzhin en la ciudad de Kimri, incluso antes de la revolución, se consideraba tan insólito y original que se incluía en las postales con vistas de la provincia de Tver. El comerciante, que comerciaba con San Petersburgo, buscó la idea en una revista - en una de las fotos le impresionaron mucho los enormes ventanales de la finca Peschanka de Gátchina. Hoy en día hay una zapatería en el terem.
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