Pastel Volga: receta de un postre inspirado en el río más largo de Europa

Olga Brovkina
No es casualidad que el Volga no sólo sea el nombre de un río, sino también el postre más conocido de la ciudad de Sarátov.

A los rusos les encantan los dulces, y en cada ciudad importante se puede encontrar un pastel o una tarta que es originaria de esa región. Por ejemplo, en la ciudad de Sarátov, situada en la orilla derecha del río Volga, se suele disfrutar de una caja de pasteles “Volga” cuando la gente se reúne a tomar el té.

Estos pasteles se elaboran según una receta genuina de Sarátov. En realidad, se trata de una combinación de una fina galleta y una gruesa capa de suflé de nata cubierta con un glaseado de chocolate, y que se asemeja al apreciado pastel de leche de ave. (Aquí puedes saber más sobre este postre soviético). 

Los pasteles Volga se pueden encontrar a la venta en la confitería Prachkin, en la avenida Kírov, la principal calle peatonal de Sarátov. El pastel fue creado por el pastelero de Sarátov Alexánder Prachkin a mediados del siglo pasado. Era hijo de una mujer de familia alemana acomodada que huyó con su amado, el barquero Alexéi Prachkin, a la frontera con Kazajistán. Su hijo, Aexánder Prachkin, dio lugar a la famosa marca de pasteles Sarátov; era el decimoctavo hijo de su familia.

De todos modos, en los años 50, tras el servicio en el ejército, Alexánder llegó a Sarátov y consiguió un empleo como cargador en el Restaurante Moscú. Un día dibujó un boceto de un pastel que le gustó a su jefe, y así empezó su carrera de pastelero. Más tarde, se convirtió en el principal pastelero del restaurante, y luego dirigió la pastelería del Restaurante Volga.

Hasta el día de hoy, ya desde hace muchas décadas, los residentes locales y los turistas compran pasteles del Volga en esta confitería. Allí, los pasteles y bollos siguen empaquetados en cajas de cartón grisáceas atadas con cordel.

Sin embargo, no es difícil hacer pasteles del Volga en casa, ya que la receta es bastante sencilla, y el sabor será tan bueno como el de los restaurantes caros. Los pasteles deben resultar muy suaves y delicados; lo principal es seguir la receta al pie de la letra. No te llevará más de una o dos horas. Así que vamos a empezar.

Ingredientes para 8 raciones:

  • 500 ml de leche + 170 ml para el glaseado de chocolate
  • 350 ml de crema del 33%
  • 200 g de frutos secos machacados
  • 200 g de azúcar + 5 cucharaditas para el glaseado
  • 10 g de gelatina
  • 1 huevo
  • Un cuarto de cucharadita de bicarbonato con zumo de limón
  • Media taza de crema agria
  • 3 cucharadas de cacao para la masa + 4 cucharadas para el glaseado
  • ¾ de taza de harina
  • 100 g de mantequilla
  • Cacao para la decoración

Elaboración:

Para preparar la masa, mezcla en un bol el huevo, la crema agria y media taza de azúcar. Rocía el bicarbonato de sodio con el zumo de limón; añádelo a la masa y mézclalo bien hasta que quede suave.

Tamizar el cacao y la harina y añadirlos a un bol, utilizando una batidora para convertirlos en una masa homogénea.

Poner la masa en una fuente de horno engrasada y meter al horno a 180°С durante 10-12 minutos.

Enfriar el pastel horneado y perforar directamente con un tenedor por toda la superficie.

Mezclar la gelatina con la leche y dejar la masa durante 10 minutos para que se disuelva la gelatina. Añadir la media taza de azúcar restante y remover.

Añadir los frutos secos (yo usé almendras), poner el bol al baño María y esperar hasta la completa disolución del azúcar y la gelatina.

Retirar el relleno del fuego y enfriar.

Montar la nata hasta que esté esponjosa, añadirla al relleno y batir con la batidora hasta que esté esponjosa.

Poner el relleno sobre el pastel horneado. Mete tu obra maestra en la nevera durante 10 horas.

Prepara el glaseado de chocolate. Vierte 170 ml de leche en un cazo pequeño (preferiblemente de paredes gruesas) y llévalo a ebullición.

A continuación, vierte rápidamente 5 cucharadas de azúcar y 4 cucharadas de cacao en polvo. Mezclar todo y volver a ponerlo a fuego medio.

Sin dejar de remover, cocina el glaseado de chocolate hasta que los granos de azúcar se disuelvan por completo. Esto no llevará más de 3-4 minutos. A continuación, retira el glaseado del fuego y añade la mantequilla.

Remover todo hasta que la mantequilla esté completamente disuelta. Ya está listo el glaseado de chocolate de cacao y leche. Deja que se enfríe a temperatura ambiente, permitiendo que se espese. Puedes cubrir el pastel con el glaseado.

El último paso es espolvorear el pastel con cacao en polvo y cortarlo en trozos pequeños; decóralo a tu gusto y sírvelo a tus invitados o en tu mesa de fiesta. ¡Que lo disfrutes!

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