Hace muchos siglos, los pueblos nómadas de la región de Altái, en Siberia, aprendieron a conservar la leche de forma que mantuviera sus cualidades nutritivas durante mucho tiempo. Uno de esos métodos era la fabricación del queso kurut.
La palabra "kurut" procede del turco y significa "seco". Está relacionada con el método de su preparación -secar el queso-, conocido por muchos pueblos de Asia Central.
El kurut se elabora con leche fermentada de una manera especial. Después de colar la espesa masa fermentada en una bolsa de lino, se coloca en una sala especial donde se seca y se ahúma en una rejilla a baja temperatura. Así se elabora el queso kurut tradicional de Altái. De color marrón, tiene un sabor salado con aroma ahumado y una consistencia densa. Como también es seco, el kurut puede conservarse fácilmente durante un año.
Prepararemos una versión casera del kurut que se puede encontrar en los mercados y tiendas de Altái. Estas bolitas blancas y densas proceden de leche agria fermentada y secada al sol. Actualmente se suele preparar en el horno de casa. Esta versión del kurut, sin embargo, no tendrá ese aroma ahumado que tiene la versión original en Altái.
Para acelerar el proceso, me salté la fase de preparación de la leche agria simple y utilicé un producto de leche agria ya preparado de la tienda: quark líquido. Puede servir como equivalente adecuado del requesón denso que es la base de tus bolas de queso.
El proceso de preparación es bastante sencillo, pero lleva varios días y requerirá el uso de un horno a baja temperatura. Es mejor utilizar requesón con bajo contenido en grasa. Añade sal al gusto, pero tradicionalmente este queso es salado, así que tendrás que añadir una cantidad suficiente.
Cuando termines tendrás un aperitivo nutritivo y saludable. Estas bolitas de queso pueden servirse como parte de una fuente salada o utilizarse como delicioso ingrediente para realzar una ensalada de verduras.
Mezclar la sal y el quark, y remover.
Colocar la mezcla líquida cremosa en la gasa.
Atar los bordes y colgar encima de un cuenco para que salga el suero líquido. Dejar reposar de 24 a 30 horas.
La mezcla espesará y reducirá su volumen.
Formar bolitas con las manos. Hice 12 bolitas de 18 gramos cada una. Colócalas en una bandeja y mételas en el horno de convección a 50-70℃ durante unas horas.
El primer día, sequé las bolas durante unas 3 horas, dejándolas toda la noche a temperatura ambiente. El segundo día, las dejé secar otras 2 horas. Al final, puedes ser flexible con el tiempo de secado.
El queso se volverá denso y debería dejar de pegarse a las manos. Además, debería volverse un poco de color amarillo.
No seas tímido; ¡pruébelo inmediatamente!
Sirve el kurut como parte de un plato de aperitivos salados.
O utilízalo para realzar su ensalada de verduras.
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Tags queso, receta, siberia
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