Todo el mundo en Rusia conoce y adora las galletas “Yubiléinoye” (literalmente “Jubileo”). Rectangulares, crujientes y moderadamente dulces. Se pueden comer de diferentes maneras: tal cual o con una loncha de mantequilla o queso por encima. Se pueden dar a los niños, se pueden llevar al trabajo. Y combina perfectamente con el té. En definitiva, ¡un auténtico tentempié para cualquiera!
Estas galletas de azúcar eran el dulce favorito de nuestros abuelos y, tal vez, incluso bisabuelos. Y el reconocible envase rojo se podía encontrar en el armario de, probablemente, todas las casas soviéticas. Todavía hoy se produce en la fábrica “bolchevique”, respetando todas las marcas de calidad.
Pero, ¿por qué se llama “Yubiléinoye”? Spoiler: ¡el aniversario de la Revolución Bolchevique de 1917 no tiene nada que ver!
Las galletas son más antiguas de lo que podría pensarse. La receta original fue elaborada y presentada a la familia del zar por pasteleros de la fábrica “S. Sioux and Co.” de Moscú, propiedad de franceses de apellido Sioux y proveedores de la corte imperial. Esta empresa estaba considerada una de las fábricas de confitería más famosas de Rusia. En la época soviética, sin embargo, fue nacionalizada y rebautizada como “bolchevique”.
Las primeras galletas tenían forma ovalada y en la caja aparecían retratos de los monarcas, ya que salieron a la venta por primera vez en 1913 con motivo del tricentenario de la Casa Romanov. En tiempos de la Unión Soviética, los bolcheviques decidieron que la receta original y exitosa no debía perderse y reanudaron la producción.
Sin embargo, no ignoraron la Revolución de 1917: En 1967, en honor del 50 aniversario de la galleta, se lanzó una edición limitada de “Yubiléinoye” en envoltorio de rombos rojos y blancos, una referencia al arte vanguardista.
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