5 obras maestras de Alexánder Ivanov que todo el mundo debería conocer (FOTOS)

Galería Estatal Tretiakov/Dominio público
Sus cuadros dan vida a temas bíblicos y mitológicos. El maestro de los lienzos a gran escala creó obras increíblemente detalladas, captando hasta el más mínimo matiz emocional. He aquí las principales.

‘Príamo, pidiendo a Aquiles el cuerpo de Héctor’, 1824

“Veo en él a un artista que promete mucho en el futuro”, dijo de Alexánder Ivanov el profesor Vasili Grigoróvich, de la Academia de Bellas Artes, tras ver su primer cuadro. No había duda de que el hijo del artista Andréi Ivanov seguiría los pasos de su padre. Mostró un temprano amor por el dibujo: dominó la pintura en el estudio de su progenitor, a diferencia de otros estudiantes de la Academia de las Artes que vivían en la escuela. El éxito de Ivanov hijo era evidente: no sólo dominaba la pintura clásica, sino que además creaba un lienzo profundamente dramático. El artista de 18 años recibió una pequeña medalla de oro por esta obra.

‘Aparición de Cristo a María Magdalena después de la resurrección’ (boceto), 1834

En otoño de 1830, Ivanov fue a Roma para aprender. El pintor debía copiar La Creación de Adán en la Capilla Sixtina y realizar estudios de temas bíblicos. Pero cada vez pensaba más en cómo dibujar la primera aparición del Salvador al pueblo. Como entrenamiento, decidió pintar otro tema y eligió el momento en que María Magdalena ve a Cristo resucitado. Los primeros espectadores quedaron asombrados: el crítico literario Alexéi Timoféiev no ocultó su emoción, afirmando que Ivanov consiguió representar la majestuosidad y mansedumbre de Jesús. Tras la exposición en el Capitolio, el cuadro fue enviado a San Petersburgo, donde recibió una entusiasta acogida. La Academia de las Artes concedió a Alexánder Ivanov el título de académico y el lienzo fue presentado a Nicolás I. Pável Tretiakov lo compró en 1877.

‘Fiesta de octubre en Roma. Escena en una terraza’, 1842

El trabajo con el cuadro La aparición de Cristo ocupó casi todo el tiempo del artista. Pero tuvo tiempo para crear bocetos de género: colisiones avistadas en las calles y plazas de Roma. En la acuarela Fiesta de octubre en Roma, Ivanov representó el baile Suspiros, cuando una chica pregunta a otra quién le ha robado el corazón, y las demás empujan al “culpable” hacia el centro. El estudio del artista recibía visitas constantemente, incluidos miembros de la familia imperial. En 1838 lo visitaron el zarévich Alejandro Nikoláyevich y su tutor Vasili Zhukovski. El futuro Alejandro II quedó satisfecho con el lienzo y le asignó al artista una manutención de tres años para que pueda terminar su obra.

‘La Vía Appia al atardecer’, 1845

El trabajo con el enorme lienzo no sólo se llevaba toda la energía del artista, sino también su salud. Debido a una enfermedad ocular se vio obligado a rechazar el trabajo en el estudio durante varios años. En 1845, Ivanov, junto con el joven mosaiquista Yegor Sólntsev, emprendió un viaje a los suburbios de Roma “para encontrar lugares hermosos”. El paisaje de los alrededores de Albano les impresionó tanto que inmediatamente se dispusieron a pintarlo. No obstante, el propio artista consideró que el cuadro con las ruinas antiguas y la vista de Roma a lo lejos con el sol poniente no estaba acabado.

‘La aparición de Cristo ante el pueblo’, 1837-1857

Ivanov trabajó durante veinte años en el lienzo principal de su vida dedicado a la aparición de Cristo ante el pueblo durante su bautismo en el río Jordán. Al principio realizó una versión pequeña del cuadro, pero más tarde decidió crear una obra del tamaño de los lienzos históricos. Además de numerosos bocetos para La aparición, Ivanov creó unos doscientos bocetos sobre temas bíblicos no relacionados con el cuadro. En 1857, tras una visita al estudio de la emperatriz Alejandra Fiódorovna y la gran duquesa Olga Nikoláyevna, Ivanov abrió las puertas a todo el mundo durante diez días. Había tanta gente deseando ver la obra magna del artista que hubo que prolongar los días de la visita. En mayo de 1858, tras haber estado lejos de su patria durante 28 años, Ivanov llegó a San Petersburgo. La aparición, junto con sus bocetos y estudios, se expuso en la Academia de las Artes, donde fue vista por más de 300.000 visitantes. Pocas semanas después, el artista murió de cólera. Alejandro II compró el cuadro por 15.000 rublos de plata. Poco después fue enviado a una exposición en Moscú - entonces el emperador decidió pasar el cuadro al Museo Rumiántsev. En la década de 1920, La aparición de Cristo se trasladó a la Galería Tretiakov, donde se construyó una sala separada especialmente para este enorme cuadro.

*Se puede ver la exposición ‘Alexander Ivanov - maestro de la acuarela. Género y paisaje’ en la Galería Tretiakov del 20 de mayo al 5 de noviembre de 2023.

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