Las personas que habitaban la antigua Rusia, o Rus, eran en su mayoría analfabetas, no tenían diccionarios para comprobar el uso de las palabras y no se preocupaban demasiado por las reglas gramaticales. Por lo tanto, antes del siglo XIV, la antigua lengua rusa preliteraria se basaba, por definición, en tradiciones orales: era espontánea y no se basaba en académicos quisquillosos que dictaban normas.
En el siglo XIV, la Rus era un mosaico de principados feudales. A pesar de que algunos de ellos languidecieron bajo el yugo tártaro-mongol, la lengua rusa antigua continuó evolucionando. En las regiones geográficamente próximas, el habla comenzó a desarrollarse de diferentes maneras, y gradualmente surgieron tres dialectos: el ucraniano, el bielorruso y el ruso. Cada uno de ellos evolucionó eventualmente hacia una lengua separada, y los tres forman ahora, estrechamente relacionada, las lenguas eslavas orientales, conformando una rama de la indoeuropea.
Aunque Rusia es enormemente vasta, los lingüistas distinguen en el país sólo tres grupos de dialectos rusos: el del norte, el del sur y el del centro, estando este último fuertemente influenciado por los otros dos.
Ígor Isáiev, director del Instituto de Lingüística de la Universidad Estatal Rusa de Humanidades, dice que los viejos dialectos en el este de Rusia pueden ser, en principio, divididos trazando una línea a través de la parte centroeuropea del país desde Viatka (Kírov), a través de Nizhni Nóvgorod, hasta Sarátov en el sur.
Todos los dialectos al este de esta frontera imaginaria, que cubre el conjunto de los Urales, Siberia y el Lejano Oriente, se formaron sobre la base de los dialectos de los primeros asentamientos de eslavos. Este es el idioma de los colonos de Rusia central, que ha cambiado poco con el paso de los años.
Por lo tanto, no notarás una gran diferencia entre los patrones de habla en Vladivostok y Moscú, mientras que los viajeros entre el norte de Arcángel y el sur de Krasnodar tendrán que volver a “sintonizar” sus oídos.
La llamada lengua literaria se habla en todas las grandes ciudades de Rusia, lo que contribuye a la erosión gradual de los dialectos arcaicos de finales del siglo XIX. Y sin embargo, nadie puede decir que todos los rusos hablan de la misma manera.
Los coloquialismos y las expresiones vernáculas son fáciles de encontrar, especialmente en aldeas, pueblos pequeños y entre las personas mayores. Pero estas diferencias nunca serán tan fuertes como en las diferentes regiones de Italia o, todavía más fuertes, en China. Excepto por unas pocas palabras raras, todos los rusos se entienden.
La norma literaria es el dialecto ruso central, la forma de hablar que se emplea en Moscú. Eso es porque Moscú era la capital de la antigua Rusia. “Si el poder hubiera permanecido concentrado en Vladímir y Súzdal (tal y como, de hecho, estaban las cosas a finales del siglo XIII), donde se hablaba el ruso del norte, todos estaríamos hablando este dialecto hoy en día”, afirma Ígor Isáiev.
“Si te subes a un tren, por ejemplo, de Petrozavodsk a Sochi, es decir, de norte a sur, escucharás diversas variaciones de los dialectos rusos: algunos dirán “o” en lugar de “a” o “ts” en lugar de “ch” o “j” en lugar de “g”, dice Nelly Krasóvskaia, profesora de la Universidad de Tula.
Existen diferencias en todos los niveles de la lengua: en fonética (pronunciación de sonidos), morfología (cambios en la terminación de las palabras según el caso y el número) y vocabulario (no se requiere explicación). Aquí están algunas de las características distintivas.
Una de las características más llamativas del dialecto del sur (Riazán, Kursk, Vorónezh, Bélgorod) es el fenómeno llamado “guékanie”, o en el lenguaje académico “g fricativa”. Se designa con el signo gamma griego γ, pero se pronuncia como un “j” suave. La mayoría de las veces, es una “g” sonorizada al final de una palabra frente a una vocal. Por ejemplo, en lugar de “snega” (literalmente “de nieve”) la gente dice “sneja”. Cuanto más al sur te aventuras, más profunda y gutural se vuelve la “g”, e incluso comienza a aparecer al principio de las palabras. En Krasnodar, por ejemplo, se puede escuchar “jórod” en lugar de “górod” (“ciudad”). Por cierto, aun más al sur, en Ucrania, la “guékanie” es la norma literaria.
Mientras que los habitantes de Rusia Central a menudo pronuncian la “o” sin acento como una “a” (por ejemplo, Moscú se pronuncia “Maskvá” y no “Moskvá”), los norteños son fácilmente identificables por su clara “o”. Por cierto, la “ákanie”se oye cuando algunos rusos hablan inglés. Por ejemplo, en lugar de “Obama” se podría oír “Abama”.
Esta característica es típica para el norte y el sur de Rusia. Por ejemplo, los campesinos de la finca de Lev Tolstói en Yásnaia Poliana llamaban a su maestro “graj” en lugar de “graf” (“conde”).
En el norte, la gente suele decir “ts” en lugar de “ch”. “Pechka” (“cocina”) se convierte en “petska”, y “vnuchok” (“nieto”) se convierte en “vnutsok”.
Eso no sucede en el sur, sino que suavizan la letra “t” al final de los verbos en tercera persona (similar a la forma infinitiva): “on jódit” (“camina”) empieza a sonar “jodit’”.
Pincha aquí para descubrir qué otros idiomas se hablan en Rusia (además del ruso, claro).
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