En 1946, en respuesta al discurso de Winston Churchill en Fulton, que marcó el comienzo de la Guerra Fría, Stalin se refirió a la Gran Guerra Patria (así es como los rusos se refieren a la guerra contra la Alemania nazi) y declaró que “como resultado de la invasión alemana, la Unión Soviética perdió irrevocablemente... alrededor de siete millones de personas”. Esta fue la primera postura oficial soviética sobre las bajas de guerra. No eran datos reales.
“Stalin tenía conocimiento de otros datos estadísticos que hablaban de 15 millones de bajas. Este número estaba en un informe que le fue entregado a principios de 1946, por la comisión dirigida por el presidente del Comité de Planificación Estatal, Nikolái Voznesenski, señala el profesor Víktor Zemskov del Instituto de Historia Rusa. Zemskov cree que Stalin deseaba ocultar la verdadera magnitud de las pérdidas tanto a los ciudadanos soviéticos como al mundo, para que la URSS no pareciera un Estado debilitado por la guerra.
Sin embargo, la estimación oficial de siete millones de víctimas no duró mucho, ya que la mayoría de los soviéticos creían que esa cifra era demasiado baja. En 1965 Nikita Jrushchov, que sucedió a Stalin como líder de la URSS, habló de 20 millones de bajas. Este es el número oficial que se barajó durante el resto de la era soviética. Leonid Brézhnev también hablaba en los mismos términos pero añadió “más de”, a los 20 millones de víctimas.
Tanto Jrushchov como Brézhnev usaron la frase “la guerra le costó al país” para agrupar a todos y no separar a los que murieron en el campo de batalla, a las víctimas de la ocupación alemana, a los que murieron de hambre, etc.
Tras la disolución de la URSS la estimación volvió a crecer. Según las últimas declaraciones de las autoridades rusas, oficialmente las pérdidas totales (tanto entre los soldados como entre los civiles) ascendieron a 26,6 millones de personas. Esa es la evaluación oficial de las pérdidas a día de hoy. Ese es el número que se menciona en el Día de la Victoria, en las conmemoraciones y demás.
A la hora de hablar de estos números, no se refieren a toda la Segunda Guerra Mundial, sino exclusivamente a la guerra entre la URSS y la Alemania nazi, que tuvo lugar entre 1941-1945. Quedan excluidas las operaciones soviéticas entre 1939-1941 (la invasión de Polonia y la Guerra de Invierno con Finlandia) y la guerra soviético-japonesa de 1945.
Otro matiz importante es que la estimación oficial, dada por el Ministerio de Defensa en 2015, separa el número de pérdidas (26,6 millones de personas) en dos categorías:
La estimación de 26,6 millones de pérdidas es la oficial, pero está lejos de ser la única. Aunque la Gran Guerra Patria terminó hace casi 75 años, todavía continúa la guerra de los números, con historiadores que proponen diferentes maneras de medir el número de pérdidas.
Por un lado, hay versiones que sugieren pérdidas aún mayores que las estimadas oficialmente. Por ejemplo, en 2017, Nikolái Zemtsov, diputado de la Duma Estatal, declaró que “la URSS perdió irrevocablemente casi 42 millones de personas debido a factores bélicos”. Sin embargo, esa versión es muy dudosa ya que Zemtsov incluyó en ese enorme número no solo a las personas que realmente murieron, sino a los niños que no nacieron debido a la guerra, lo que no es correcto, como afirman los demógrafos profesionales.
Por otra parte, hay quienes creen que 26,6 millones es una cifra al alza. En su artículo de 2015, Víktor Zemskov sugirió que la estimación de las bajas de guerra (11,5 - 12 millones) es correcta, pero el número de pérdidas civiles debidas a factores de guerra incluye a demasiadas personas: “Estas estadísticas incluyen el aumento de la mortalidad en el frente doméstico soviético debido a la desnutrición, la sobrecarga de trabajo, etc... No estoy de acuerdo con este enfoque”.
Según Zemskov, es demasiado difícil distinguir entre las muertes causadas por la guerra y por razones naturales en este caso. De modo que para ser más precisos los historiadores solo deberían haber incluido en el número de muertes de civiles causadas por la guerra, es decir, las causadas directamente por los alemanes, por los bombardeos, por los que murieron durante el asedio de Leningrado, un total de a 4,5 millones de víctimas. Combinado con las bajas reales de la guerra, eso da 16 millones de personas. Sin embargo, las estadísticas oficiales barajan números mucho más altos.
La discusión sobre los métodos de evaluación puede continuar eternamente, pero hay algo innegable: durante la Gran Guerra Patria, la URSS perdió gran cantidad de gente: hombres y mujeres fuertes y apasionados, en el mejor momento de su vida, que consiguieron salvar al mundo del nazismo. El precio de la victoria fue terrible, pero el precio de la derrota habría sido impensable.
Estos son los seis memoriales de la Segunda Guerra Mundial más impresionantes de Rusia.
La ley de derechos de autor de la Federación de Rusia prohíbe estrictamente copiar completa o parcialmente los materiales de Russia Beyond sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original.
Suscríbete
a nuestro boletín
Reciba en su buzón el boletín informativo con los mejores artículos sobre Rusia: