Lev Trotski después de fallecer a causa de las heridas infligidas por el agente del NKVD Ramón Mercader. Ciudad de México, 21 de agosto de 1940.
APTras su expulsión de la URSS en 1929, la propaganda estalinista lo convirtió en el modelo del mal, prácticamente en el diablo de la mitología soviética.
El revolucionario se trasladó a México después de que los países europeos le negasen la entrada o le expulsasen de su territorio, como hizo España.
Trotski en un balneario mexicano,1938.
Dominio públicoDurante toda su etapa de emigración, Lev Trotski criticó ferozmente a Stalin y la URSS por “traicionar la idea del marxismo” y dijo que la recalcitrante burocracia le había echado la soga al cuello a la revolución.
En 1939 Stalin dio orden de matarlo, y al cabo de un año, en la bautizada como ‘Operación Gnomo’ el agente soviético Ramón Mercader asesinó con un piolet a un Trotski de 60 años que fue enterrado en México.
Piolet con el que Ramón Mercader asesinó a Lev Trotski.
Dominio públicoEn la capital azteca, solamente un modesto obelisco con la hoz y el martillo decora en la actualidad la tumba de desafortunado líder revolucionario.
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