El 31 de julio de 1958, como recuerda la página especializada Airwar.ru el Consejo de Ministros de la URSS emitió el decreto nº 854-404 para construir un avión de combate Yak-104 (futuro Yak-30) pero con motor RU19-300. Casi al mismo tiempo, Polonia y Checoslovaquia comenzaron a desarrollar sus propios aviones para el mismo fin: el TS-11 "Iskra" de la empresa PZL y el L-29 "Delfín" de la empresa Aero.
El Yak-30 era un avión totalmente metálico fabricado en su totalidad con aleaciones ligeras. Se diseñó para que fuera fácil y barato de construir, ya que los dos largueros de las alas estaban hechos de costillas de chapa prensada. El fuselaje simple y elíptico albergaba al alumno y al instructor en una única cabina tándem no presurizada. El combustible estaba limitado a 600 litros (132 galones) en un tanque de bolsa situado en el fuselaje por encima del ala.
El motor era el RU-19 diseñado por Turmanski, fabricado especialmente para el avión. Al igual que el resto de la aeronave, tenía un diseño sencillo, un turborreactor de un solo eje con un compresor axial de siete etapas, con un empuje nominal de 900 kg (1.984 libras). El aire se alimentaba de unas entradas muy pequeñas situadas en las raíces de las alas y se descargaba directamente bajo el fuselaje trasero, sin tubo de salida. Para facilitar el mantenimiento, el motor podía bajarse directamente hacia abajo sin alterar el fuselaje.
Las pruebas en fábrica tuvieron lugar desde el 20 de mayo de 1960 hasta marzo de 1961. Se realizaron un total de 82 vuelos con 43 horas y 36 minutos de vuelo. No se encontraron dificultades en el funcionamiento del avión.
La competición se redujo finalmente a tres aviones, siendo los rivales el L-29 Delfin checoslovaco y el TS-11 Iskra polaco. El Iskra fue rápidamente eliminado y enviado de vuelta a Polonia, dejando al Yak-30 en una competición cara a cara con el L-29, en la que el diseño del Yak mostró un rendimiento mucho mejor, incluyendo un menor peso, mejor maniobrabilidad y menores costes de producción.
L-29 Delfin
Bernard Spragg. NZ / Dominio públicoSin embargo, al final se tomó la decisión política de seleccionar el L-29 checoslovaco, más robusto, en agosto de 1961, para que sirviera de entrenador principal para todos los países soviéticos y del Pacto de Varsovia, excepto Polonia. Inmediatamente después de esta decisión, el piloto del OKB Smirnov estableció varios récords mundiales oficiales de reactores ligeros en el Yak-30. Entre ellos, el de velocidad en un recorrido de 25 kilómetros (767,308 km/h) y el de altitud máxima de 16.128 metros.
Uno de los prototipos supervivientes está expuesto en el Museo Central de la Fuerza Aérea, en Monino, a las afueras de Moscú.
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