Preguntamos a nuestra comunidad de lengua rusa qué comida emblemática hay en sus regiones. El resultado fue una lista impresionante, de la que hemos seleccionado 10 de los alimentos más emblemáticos.
Blando y fresco (unos 10 días de maduración), el queso adigués de leche de vaca se hizo famoso en todo el mundo gracias a los Juegos Olímpicos de Moscú de 1980: fue entonces cuando se presentó a los visitantes extranjeros y se lanzó su producción industrial. En casa, en la república de Adigueya, se llama matekiuaye, que significa “queso de cesta”. Normalmente, la gente lo ahúma, lo fríe y lo hornea, además de añadirlo en tartas. Cada familia tiene sus propios secretos de este queso tan delicioso.
La República de Bashkiria es famosa desde hace mucho tiempo por el cultivo de la miel, que sigue siendo la número uno en Rusia. El arte de la apicultura forestal se ha transmitido de generación en generación y los apicultores modernos siguen compartiendo los secretos y organizando festivales de esta artesanía popular. Y todo gracias a la principal protagonista de la producción: la especial abeja silvestre bashkiria.
En Buriatia se llama buzi o pozi a un plato de masa cocida al vapor rellena de carne picada y cebolla. Este plato tradicional de Siberia se come allí desde hace siglos. La forma del buzi simboliza una yurta (tienda nómada), porque los buriatos han sido nómadas durante muchos siglos. Se cocinan en una olla especial al vapor. Más información sobre los buzi aquí.
La ciudad norteña de Vólogda es la “capital” no oficial del encaje... ¡y de la deliciosa mantequilla! La primera fábrica de mantequilla de Rusia apareció en la provincia de Vólogda en 1871. La delicada mantequilla de sabor dulzón se prepara con una tecnología especial. La nata se bate a altas temperaturas, lo que le confiere un ligero sabor a nuez. ¿Por qué Vólogda? La región siempre ha sido famosa por sus prados, donde crecen muchos tipos de hierba y flora. Y como los veranos son suaves, las vacas comen siempre hierba muy fresca, lo que influye en el sabor de la leche, la nata y la mantequilla.
Más información sobre esta delicia aquí.
Los campesinos carelios llevan siglos comiendo pasteles de harina de centeno. Al principio se hacían con arroz, patatas y setas, pero más tarde se popularizaron los rellenos dulces. En la República de Carelia también se llaman “pasteles para el yerno”, porque la madre de la novia los prepara tradicionalmente para el futuro marido de su hija. Hoy en día, las tartas son un símbolo de amor y familia, así como el principal manjar carelio, que todos los turistas no pueden dejar de probar durante su visita. Lee más sobre la historia del kalitki y consulta la receta aquí.
En la época soviética, todo el mundo se acostumbró a la pastilá en forma de barritas blancas hechas de clara de huevo y azúcar (parecidas a los malvaviscos). Pero, a principios del siglo XXI, los entusiastas de Kolomna revivieron la artesanía tradicional, olvidada tras la Revolución bolchevique de 1917. Así, ahora, la pastilá de manzana se elabora con manzanas ácidas “Antónovka” y miel o azúcar. Y se considera una auténtica marca gastronómica (¡y un excelente souvenir!).
Tienes la receta de la pastilá de manzana aquí.
En la República de Osetia del Norte, las empanadas son un plato sagrado. Tradicionalmente, debe haber tres tartas en la mesa. Pero, para los turistas, hacen una excepción, permitiéndole comer sólo una (¡probablemente no podrían con más!). Los rellenos más populares son carne, col, remolacha, rampón y queso joven de Osetia. En Moscú se venden muchas empanadas de Osetia (una buena alternativa a la pizza), pero en la tierra natal del plato dicen que lo que se ofrece en la capital es sólo una miserable parodia del insuperable original.
Aprende cómo preparar unas deliciosas empanadas osetias con queso y patatas aquí.
Esta delicia dulce con sabor “oriental” es probablemente el plato más famoso de Tataristán. Sin embargo, también es muy apreciado en Bashkiria y el sur de Siberia. Y, en general, en el resto de Rusia. La receta es sencilla: se fríen pequeños trozos de masa y, tras enfriarse, se mezclan con sirope de miel. Al final se obtiene un dulce que está para chuparse los dedos.
Puedes encontrar la receta aquí.
El prianik (pan de jengibre) es un pastel tradicional ruso y muchas regiones tienen sus propias variantes. A quienes no lo conozcan, les recordamos que es un producto elaborado con una masa especial a base de miel y especias. Pero, históricamente, es el pan de especias de Tula el que siempre fue el más famoso del país. Se conoce desde el siglo XVII y en su día causó sensación en todo el mundo, cuando ganó el “Gran Premio” en la Exposición Universal de París de 1889. En la época soviética, la producción de pan de jengibre basada en recetas antiguas se industrializó. El pan de jengibre de Tula tiene una forma plana rectangular, se cubre con glaseado por encima y se rellena con mermelada de manzana/frambuesa o leche condensada.
Te contamos algunos secretos de este manjar aquí.
Las cebollas dulces son famosas en toda Rusia. Estos bulbos aplanados de color morado se suelen ver en manojos. Así se ventila cada cebolla y pueden conservarse durante mucho tiempo. Dicho esto, estas cebollas suelen comerse frescas. Lo mejor es preparar con ellas una ensalada de “rosa de Crimea”. Se cortan unas cebollas de Yalta, se añaden tomates dulces y se aliñan con aceite de oliva sin refinar.
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